El cerro Eramón, ubicado en Chalatenango, El Salvador, se eleva a aproximadamente 937 metros sobre el nivel del mar, ofreciendo una vista panorámica impresionante para los amantes de la naturaleza. Este cerro es famoso por la «alfombra de nubes» que se puede observar desde su cima en las primeras horas de la mañana, cuando las nubes se forman por debajo, creando un paisaje único.
Así luce un amanecer desde lo más alto del cerro Eramón. Foto: D1/Gabriel Aquino
El recorrido tiene una duración de una hora y media a pie. Para apreciar el amanecer se debe cruzar por la noche haciendo uso de linternas. Foto: D1/Gabriel Aquino.
El acceso a la cima se realiza por varias rutas, con tiempos de ascenso que varían entre una y dos horas. Desde la cumbre, los visitantes pueden disfrutar de las vistas de los ríos Lempa y Sumpul, y de los volcanes Izalco y Chinchontepec. El clima es cálido durante el día, pero las temperaturas pueden descender considerablemente por la noche, lo que lo convierte en un lugar ideal para acampar.
Los visitantes disfrutan del paisaje para hacerse fotografías. Foto: D1/Gabriel Aquino
Para llegar al cerro Eramón se debe transitar por calles no pavimentadas y colinas rocosas, por lo que solo vehículos con capacidad de doble tracción pueden llegar al lugar. Foto: D1/Gabriel Aquino
La «alfombra de nubes» se forma cuando el aire húmedo cercano al suelo se enfría rápidamente durante la noche, provocando que el vapor de agua se condense en nubes bajas. Por su ubicación y la altura del cerro, las nubes que se ven desde arriba crean la ilusión de un mar blanco que cubre el paisaje, un fenómeno que es particularmente visible en las primeras horas de la mañana.
La agencia «Mochiliemos» se encarga de guiar a los visitantes durante la experiencia hacia el cerro Eramón. Sus próximas visitas serán el ocho y el 15 de septiembre, donde podrán observar el amanecer y la «alfombra de nubes». Foto: D1/Gabriel Aquino.
Desde el cerro no solo se puede contemplar la alfombra de nubes, sino que también se observan los ríos Sumpul y Lempa. Los volcanes Izalco y Chinchontepec son parte del panorama. Foto: D1/Gabriel Aquino
Además de su belleza natural, el cerro Eramón tiene un significado histórico, habiendo sido habitado por la comunidad indígena Aguacao y utilizado como refugio durante la guerra civil salvadoreña. Hoy en día, es un destino popular para actividades como senderismo y campamento.