Pamela es una experimentada jugadora con trayectoria en selección nacional que fue compañera de Jimena Ramírez, quien desapareció el pasado domingo 24 de octubre en la Colonia Quezaltepec de Santa Tecla tras disputar un partido.
En medio de la situación dolosa que vive tras lo sucedido, con cierta contrición la jugadora recuerda cuando la regañó para tratar de incentivarla para explotarle todo su potencial que estaba siendo sofocado por dudas sobre sí misma sobre su capacidad, traducidas en frustración, y esa lección terminó siendo vital para que Jimena sacara la caja de lustre con dos goles que llevaron a su equipo llamado “Aguante” a la final en un torneo de la Gambeta Los Próceres. En esa ocasión, todo terminó en alegría.
Ambas jugadoras coincidieron en varios equipos de barrio y en una etapa breve a nivel un tanto más profesional en Atlético Marte de la Liga Femenina, por lo que Pamela conocía muy bien las capacidades de Jimena, caracterizada por su potente remate y habilidades tanto a la defensiva como a la ofensiva.
“Era un poco enojada y caprichosa jugando fútbol, pero tenía esa habilidad de pegarle muy fuerte. Se fue a probar para el Atlético Marte y quedó. He jugado en varios equipos con ella, hemos ganado campeonatos, es una jugadora muy decidida y definida, porque como te podía meter un gol también te podía evitar un gol. Era una jugadora bastante completa. Me duele mucho que ya no esté”, manifiesta Pamela.
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Jimena era la más joven del grupo y con un futuro futbolístico por delante, al tener 21 años. “Ella es una bebé”, dice su compañera, quien sostiene que es un diamante que solo necesita ser pulido.
Pero al cabo de unos días, todas las alegrías y risas que desborda el fútbol han mutado a tristeza, impotencia y miedo de salir a las canchas a divertirse y hacer lo que más les gusta.
Las futbolistas que juegan en ese torneo de la Gambeta han decidido que el balón ya no rodará más por lo menos este sábado para congregarse en el monumento al Divino Salvador del Mundo y pedir a las autoridades que investiguen qué sucedió y que regresen a su compañera sana y salva.
“Tengo muchas ganas de llorar, siento una gran angustia porque era la más chiquita del equipo. Siento miedo como jugadora de salir en la noche, porque yo iba a jugar a las 9:00. Después de noticia no fui a jugar por miedo por lo que le había pasado a la Jimena. Siento cólera e impotencia con la situación del país sobre lo que está pasando y, enojo con la Policía porque no nos está cuidando. Ella es una bebé, tiene 21 años, y me parece doloroso que le esté pasando esto como jugadora, como compañera y amiga”, expresa Pamela, quien la conoce desde los 18 años.
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Así como Pamela, otras jugadoras de equipos como Chalatenango, C.D. FAS y de selección nacional, y la entrenador Tatiana Aguilar, quien la dirigió en Atlético Marte, acudieron a la conferencia de prensa brindada ayer por organizaciones feministas como Las Mélidas y Alerta Raquel, con el consentimiento de la familia de Jimena; pero tanto sus parientes como las futbolistas tienen mucho miedo a hablar y es comprensible. Nadie quiere convertirse en otra cifra.
Hasta junio de 2021, la Fiscalía General de la República reporta 610 personas desaparecidas. De los casos denunciados en los últimos años, entre el 30 y 40 % representan avisos de niñas y mujeres desaparecidas que rara vez son localizadas vivas o muertas.
“Hace dos o tres sábados fue el último partido que jugamos y hasta me puso un pase de gol. Me decía, ‘Pame, que bueno jugar con vos’. No puede creer que no esté. No puedo creer que no ponga en el grupo (de WhatsApp) que va a ir a jugar”, dice Pamela en referencia a ese mismo grupo en el que el lunes se dio cuenta que su compañera había desaparecido.