Una familia salvadoreña radicada en Estados Unidos ha demandado a una funeraria local de Sacramento por negligencia y angustia emocional, tras recibir el cuerpo equivocado de su patriarca durante un proceso de repatriación hacia El Salvador.
Luego del error, los restos de Francisco Quintanilla fueron entregados posteriormente en un estado de descomposición “horroroso”, según la agencia internacional EFE.
La funeraria La Paz Funeral Services, Inc. enfrenta la demanda ante el Tribunal Superior del Condado de Sacramento, capital del estado de California, por acusaciones de incumplimiento de contrato, negligencia, inflicción intencional de angustia emocional y contratación, retención y supervisión negligente.
Además, la familia afectada acusa a la funeraria de «aprovecharse (en otras oportunidades) de las familias latinas y proporcionarles servicios por debajo del estándar», indicó la agencia. Los demandantes también exigen que el caso sea llevado ante un jurado.
Quintanilla, nacido en 1948, migró hacia Estados Unidos por el conflicto armado salvadoreño y trabajó en el área de agricultura. Gracias a su esfuerzo, obtuvo una residencia permanente mientras mantenía a su familia desde el extranjero.
El salvadoreño murió en noviembre de 2024 y su familia decidió repatriar sus restos a su ciudad natal para un funeral de ataúd abierto. No obstante, al abrir el féretro encontraron el cuerpo de un desconocido. La funeraria reconoció su error y declaró que desconocían el paradero de los restos de su familiar.
Ante esto, la empresa pidió que devolvieran el cadáver del extraño de regreso al aeropuerto.
Tras dos semanas de espera, la funeraria halló el cuerpo de Quintanilla y los envió a El Salvador. Sin embargo, «su piel se había vuelto morada y estaba arrugada, el cuerpo estaba filtrando fluidos que empapaban su ropa y un olor horrible emanaba del ataúd», según el documento legal citado por EFE.
La familia señala que el cuerpo no fue embalsamado de la manera adecuada y no permaneció en refrigeración durante un periodo prolongado, por lo que no pudieron realizar un funeral de ataúd abierto como lo planearon en un comienzo.
«Lo que sucedió fue impactante y desgarrador. Nuestro recuerdo final de Francisco es uno que desearíamos poder olvidar», señaló la familia en un comunicado.
Varios medios de comunicación de Estados Unidos han calificado el caso como «horroroso» y «una pesadilla» para los familiares del difunto. Hasta el momento, la funeraria no ha emitido una declaración sobre las acusaciones.