El Salvador
viernes 22 de noviembre de 2024

Recuerdos de una tarde de intrigas y conspiraciones en la Asamblea

por Redacción


ARENA volvió a quedar ignorada en la repartición de la presidencia legislativa mientras el FMLN sigue abriéndole las puertas a GANA

Lorena Peña estaba nerviosa. Cuando las cámaras la enfocaron tenía una risita inquieta que intentaba disimular. Las miradas se concentraron y una lluvia de aplausos la empapó de los pies a la cabeza. Entonces se paró con la sonrisa de oreja a oreja, vio a la izquierda, a la derecha, al centro y con las palmas unidas se inclinó una vez más en las mismas direcciones e hizo la reverencia que hacen los chinitos cuando se preparan para darle una golpiza a un atrevido. La diputada del Frente Farabundo Martí (FMLN) acababa de ser nombrada presidenta de la Asamblea Legislativa con 84 de 84 votos posibles.

Luego vino el turno de Guillermo Gallegos. Sobre él su compañero Mario Tenorio dijo que tiene una larga trayectoria como político, abierto al diálogo, valiente, que escucha a los más necesitados, a los más vulnerables de El Salvador y que por eso GANA lo había propuesto como presidente de la Asamblea para ejercer desde el 8 de noviembre de 2016 hasta el 30 de abril de 2018.  El diputado sonrió mientras escuchaba el halagador discurso digno de ser pronunciado en la entrega del Nobel de la Paz. Pero a la hora de la votación las lindísimas palabras no se tradujeron en unanimidad sino en una cuenta casi raquítica: 48 votaron a su favor y 36 abstenciones. Los números le alcanzaron para entronizarse, aplaudirse y aceptar gustoso los abrazos que le dieron sus colegas Blanca Rosa Vides, Abilio Rodríguez Menjívar y Francis Zablah.

Los abrazos y los aplausos fueron el sello final de un día largo y rutinario en la Asamblea: lleno de intrigas palaciegas, acusaciones, señalamientos, desavenencias, dedos acusadores puestos sobre el prójimo, miradas inquisidoras y otros ingredientes que se agregan antes de que arda Troya. La asunción de Peña y Gallegos a la más importante silla legislativa era un contrato firmado desde ayer al mediodía que caminó sobre un camino empedrado en el que ARENA y Ana Vilma de Escobar, su carta para ocupar ese cargo, nuevamente fueron ignorados a la hora de repartir cuotas de poder.

Desde el 17 de marzo el FMLN sabía que Peña iba a ser la presidenta. Fue una verdad que Medardo González, secretario efemelenista, se dedicó a gritar a los cuatro vientos. A esa epifanía ARENA intentó sumarle a la exvicepresidenta en la administración de Elías Antonio Saca pero sus intentos fueron vanos.

Durante unas tres semanas el presidente arenero, Jorge Velado, aseguró que solo una vez se había reunido con el máximo dirigente del partido oficial para discutir si era posible incluir a de Escobar en esas cuentas. El miércoles pasado nadaron a contracorriente y se mantuvieron reunidos en la Asamblea durante casi todo el día pero al final pesó más la palabra empeñada a Gallegos y GANA mientras el argumento de que haber ganado 35 diputados en las elecciones del 1 de marzo debía honrarse se hundía como embarcación después de la tempestad.

Ayer en la mañana ARENA todavía llegó con la esperanza de cambiar el contrato firmado y sellado entre FMLN-GANA. Pero confirmaron que no solo nadaban a contracorriente sino que también los acechaba un tiburón blanco. En medio de eso a Velado no le quedó más que concluir que el partido de gobierno era víctima de una extorsión porque estaba aceptando entregar durante 18 meses la presidencia de la Asamblea a uno de los candidatos más cuestionados por supuestamente haber ocupado fondos públicos para viajar al extranjero a misiones oficiales que nunca existieron.

La sesión para revisar las credenciales de los diputados de San Salvador estaba convocada para las 10 de la mañana. Los nuevos miembros de la fracción del principal partido de oposición llegaron puntuales y se dedicaron a pasear por los pasillos legislativos mientras los empleados abrían las puertas del Salón Azul para que pudieran sentarse por primera vez en las curules que ganaron. Sin embargo las horas pasaron y el protocolo de entendimiento para la instalación de la Junta Directiva tardaba demasiado tiempo en salir a la luz. Encerrados en un corral y sitiados por vigilantes obsesivos –de esos que ven por encima del hombro- los periodistas aprovecharon cuando se asomó Velado para confirmar que Peña y Gallegos estaban a un paso de convertirse en las máximas cabezas de la Asamblea. Él explicó que el PCN tenía una grieta provocada por el diputado Francisco Merino que iba a ser el único pecenista –el voto 43- dispuesto a secundar al oficialismo y a sus aliados pero lo hacía a cambio de atraer para su partido tres sillas de alto nivel en las que debían estar Serafín Orantes y Reynaldo Cardoza. La distribución, señaló, era desproporcionada porque ARENA había ganado 35 diputados y solo tenía derecho a cuatro directivos mientras otra organización política no pasó de seis pero aspiraba a tres directivos. Después de dar sus alegatos se fue a prisa no sin antes recordar que la población estaba por darse cuenta de una nueva extorsión perpetrada por GANA.

Las horas pasaron y la tan ansiada plenaria no comenzaba. Los diputados areneros decidieron largarse un par de horas mientras repetían que FMLN-GANA-PCN estaban en otra conspiración para confinarlos más de los que ya lo habían hecho.  Mientras los pasillos quedaban vacíos las preguntas se agolpaban: ¿Por qué no se ha instalado la sesión? ¿Pide demasiado el PCN si solo ganó seis diputados? ¿ARENA puede ir a la Sala  de lo Constitucional a impugnar el protocolo de entendimiento? ¿Los magistrados ordenarán que sea el presidente el que más votos ha ganado? ¿O sea que impondrán a Norman Quijano o a Ana Vilma de Escobar? Las teorías podían ir desde la más descabellada hasta la más aparentemente coherente. Pero los terribles recuerdos también llegaban como cuando el FMLN ganaba la mayoría de diputados pero la ARENA de Francisco Flores y luego la de Saca se quedaban con la presidencia o la entregaban a la vieja guardia pecenista que lideraba Ciro Cruz Zepeda.  Y también trae a la mente que el partido de oposición tuvo la presidencia en 1983 cuando su fundador fue el máximo protagonista de la elaboración y promulgación de la Constitución de 1983 o cuando se afianzó en el poder en el periodo 1994-2000 y los mandamases eran Gloria Salguero Gross, Flores, Juan Duch Martínez y Walter Araujo.

Estos años exprimieron hasta la última gota a la aritmética legislativa para impulsar la privatización de sectores clave de la economía. En estos años inició la gestación de lo que posteriormente el presidente Mauricio Funes calificó como la “privatización encubierta” de LaGeo, la empresa estatal de explotación geotérmica.

Desde los años 2000 hasta 2008 ARENA mantuvo una fuerte alianza con el PCN que le permitió maniobrar para imponer la dolarización y otras leyes que fueron el blanco de las críticas del FMLN. En 2009 la correlación se rompe con la llegada de Funes al poder. A finales de ese año doce diputados se rebelaron contra la dirigencia arenera y fundaron GANA, inmediatamente se aliaron con el oficialismo y desde entonces han logrado aislar los intentos de bloqueo contra ellos.

Las horas transcurrieron y la plenaria por fin inició. El FMLN logró lo que se propuso, GANA también mientras ARENA se ve obligada a olvidar los años en los que era el que ordenaba quién subía y quién bajaba.

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