La carrera política de Guillermo Gallegos, exdiputado de la Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), fue “apadrinada” por el fallecido Adolfo “El Chele» Tórrez, quien le habría abierto las puertas al partido ARENA para iniciar sus primeros nueve años en la política salvadoreña. Así lo relató la revista Factum en un audiovisual titulado “Guillermo Gallegos sale de la Asamblea: Vuela alto, Ángel Blanco”, publicado en su cuenta oficial de YouTube.
El video hace un recuento de las investigaciones que presuntamente lo ubican en juegos de poder en el interior de la política salvadoreña. Entre estas vinculaciones se halla su relación con Adolfo Torres, quien fue en vida el director departamental de ARENA en San Salvador.
Torrez perdió la vida en circunstancias poco claras la madrugada del 2 de junio del 2009, tras el fracaso electoral del partido tricolor ante el FMLN de Mauricio Funes. El director arenero estuvo involucrado en un caso de corrupción junto al exdiputado del PCN Roberto Silva Pereira, a quien le pidió medio millón de dólares para desvanecer cargos penales en su contra, según una investigación de El Faro en abril del 2009.
Dos personas estuvieron con “El Chele” Torrez un día antes de su muerte: uno de ellos fue Guillermo Gallegos, según el reportaje investigativo de La Prensa Gráfica “Adolfo Tórrez: el amigo incómodo”. El exdiputado habría pasado la tarde junto a ellos en una cafetería de Santa Elena, donde habrían departido tomando una botella de vino.
De hecho, Gallegos, quien fue jefe de fracción de ARENA, aceptó públicamente, tras la muerte de Torrez, que había estado con él el primero de junio por la tarde, según el medio de comunicación. Como arenero, también asistió al entierro del que fuese su compañero de partido.
Tras esta etapa política, Gallegos se convirtió en el “achichincle” de Elías Antonio Saca tras la fundación de GANA, formada por él junto a otros once diputados exareneros en 2010. Después lideró el intento fallido de devolver al poder Ejecutivo al expresidente en las elecciones para el período 2014-2019. Años después, Saca sería condenado a prisión por actos de corrupción, un hecho sin precedentes en la política salvadoreña.