Conocido como alguien que puso límites al excesivo gasto del gobierno español entre 1996 y 2004, lapso en que fue inquilino del Palacio de la Moncloa, y un acérrimo enemigo del populismo desde que dejó de ser el jefe del gobierno de España, José María Aznar fue el encargado de dar su experiencia en el combate a la corrupción en el decimosexto Encuentro Nacional de la Empresa Privada (ENADE).
“El Salvador libre de corrupción”, lema del cónclave empresarial que anualmente organiza la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), es según el actual presidente de la gremial, Jorge Daboub, un concepto elaborado con la participación del Estado, el sector empresarial y la sociedad civil de un país.
Precisamente, Aznar empezó su ponencia hablando de la responsabilidad del Estado, al reconocer que una sociedad de personas virtuosas es imposible y que todos los países están propensos en mayor o menor grado a la corrupción.
Pero apuntó que en un Estado organizado, en el que se respeta y hace respetar su Constitución, la corrupción no puede prosperar: La corrupción se alimenta de la ausencia de los límites o controles al poder”, apuntó.
En ese sentido y como buen hombre abiertamente crítico a sistemas como el existente en Venezuela, expresó: “Resulta paradójico que hayan países que buscaron en el populismo la solución a la corrupción”.
Pero fue más allá y declaró que no basta solo con el fortalecimiento de las instituciones del Estado para contrarrestar la corrupción, sino que además con el ejercicio de la política y el fortalecimiento de los partidos políticos.
“En el mundo sobran los políticos, pero faltan los buenos políticos (…) Si las ideas son expulsadas de la política, no habrá regeneración política”, sostuvo.
Esto último, en alusión al ya común llamado de algunos partidos a dejar las ideologías de un lado y establecer frentes comunes para solucionar los problemas sociales del país: “Desideologizar partidos no es modernizarlos, es dejar un vacío que el populismo ocupa rápidamente”, manifestó.
Además de estos componentes, Aznar indicó el desarrollo económico y la promoción a la creación de más empresas y la libertad de ejercicio de las mismas como puntales para vencer la corrupción.
Aznar se retiró al ENADE de la misma forma en cómo llegó: Escoltado por Jorge Daboub y sin responder a la prensa sobre los señalamientos de corrupción que tanto él como 22 de sus ministros enfrentaron en diferentes ocasiones por parte de la justicia española, lo cual convirtió su disertación en el ENADE en una muy controvertida.
En su defensa, Daboub argumentó que ninguno de los señalamientos contra Aznar se judicializó y que él mismo se encargó de desvirtuarlos.
Las propuestas de la ANEP
Sin la presencia del presidente de la República o algún representante del Ejecutivo, pero con la concurrencia del presidente del Órgano Judicial, el Fiscal General Douglas Meléndez y la vicepresidente de la Asamblea Legislativa, Ana Vilma de Escobar; la ANEP presentó una serie de propuestas para el combate a la corrupción en el país.
Como una práctica interna del empresariado, la gremial promueve un código de ética para regir las prácticas de sus asociados; además de reformas a la Ley de Acceso a la Información Pública (LAIP) para facilitar la divulgación de los gastos públicos y la independencia presupuestaria de la Fiscalía General de la República, entre otras.