Hugo Martínez, ministro de Relaciones Exteriores, advirtió al embajador alemán Heinrich Haupt que no siga inmiscuyéndose en los asuntos internos de El Salvador o si no aplicará los mecanismos que establece la Convención de Viena, cuyo artículo 9 permite que un estado diga a su homólogo que un jefe de misión o integrante de ésta es persona non grata sin tener que explicar los motivos de la declaratoria; eso obligará a sustituirlo o, en que caso que no se produzca, el reclamante tendrá la facultad de desconocerlo.
Mediante una carta, -de las que mandó copias a Frank-Walter Steinmeir, ministro de Exteriores alemán; monseñor León Kalenga, nuncio apostólico; y a Lorena Peña, presidenta de la Asamblea-el funcionario de Salvador Sánchez Cerén le reclama los motivos que tuvo el diplomático para asegurar que alguien estaba intentando comprar voluntades para inclinar la balanza a favor de su candidato a fiscal general. Habló con estas palabras: “hay algunos intentos de presionar a diputados y esto sería en desfavor de la vida constitucional de este país y sería dañino para la democracia salvadoreña…”.
Martínez le recordó en la misiva que antes le había reclamado el haber opinado sobre asuntos internos y que, a través de medios oficiales, habían acordado que ya no debía hacerlo. «Pero su persona deja nuevamente de lado esos canales y vierte declaraciones que son una afrenta a nuestro primer órgano de Estado. Tal actitud (…) podría deberse al desconocimiento de las reglas que definen el accionar diplomático o al deseo de dañar nuestras relaciones con el pueblo y gobierno de Alemania», dice un extracto de la carta.
«Las nuevas declaraciones vertidas por su excelencia son una reiterada violación del marco legal que rige el ejercicio diplomático», reitera Martínez en la carta.
Por consiguiente, aunque Martínez no dice claramente que El Salvador podría declarar persona no grata al embajador, cita: «Me veré obligado a proceder de acuerdo en la mencionada Convención».
En junio fue la primera vez que el embajador chocó con el Gobierno cuando cuestionó, en na entrevista publicada en Diario El Mundo, que Sánchez Cerén llamaba al diálogo pero a la vez criticaba a la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema (CSJ). En esa ocasión el FMLN consideró «irrespeto» la intervención.