Alcaldes de tres municipios poblados del país se pronunciaron este lunes en torno a dos puntos en común: el colapso de los cementerios son una realidad debido a la alta cantidad de fallecidos por COVID-19 y la burocracia es excesiva para tramitar nuevos camposantos en plena emergencia.
Milena Calderón Sol de Escalón, alcaldesa de Santa Ana; Adán Perdomo, jefe edilicio de Quezaltepeque; y Salvador Saget, alcalde de Quezaltepeque se refirieron a estos temas en la entrevista República de Canal 33.
Calderón Sol de Escalón dijo que solo en su municipio han enterrado a más de 200 personas entre sospechosas o portadoras de COVID-19.
«Sobre los datos dados por el Gobierno, yo tengo mis dudas con respecto a la cantidad de casos, porque nosotros hemos enterrado como sospechosos 201 casos siguiendo los protocolos que exige el Ministerio de Salud (MINSAL), pero confirmados hemos enterrado 20 nada más, el resto, 201, han sido catalogados como sospechosos», manifestó la alcaldesa.
Asimismo, comentó que tienen una cantidad «muy grande» de demanda en el cementerio Santa Isabel, en el que realizan las inhumaciones de fallecidos por coronavirus.
En ese sentido, dijo que lamenta la excesiva burocracia para habilitar un nuevo cementerio. «Vamos a colapsar si seguimos a este ritmo y estamos viendo algún terreno aledaño, pero la tramitología para poder tener un nuevo cementerio es tremendamente dificultosa», advirtió.
Otro punto que lamentó es que el flujo de información es deficiente con las autoridades del Ministerio de Salud (MINSAL): «Nos informan de los casos que tenemos que enterrar, porque van de la morgue al cementerio Santa Isabel, pero de ahí, de casos y pruebas hechas no tenemos ninguna información. Creo que en ese sentido debe haber una mayor coordinación».
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Por su lado, Adán Perdomo, de Ilopango, dijo que en su municipio llevan ya «86 fallecidos, 166 personas con sospecha de COVID-19. Mi cementerio ha colapsado, lo vengo diciendo desde hace más de cuatro meses».
En su caso, dijo que aunque ya no tienen sitio para entierros COVID-19, la comuna de San Salvador les ha ofrecido espacios en La Bermeja.
«Más de 26 personas fueron enterradas en La Bermeja por el problema, la saturación de población y la cantidad de contagios que hemos tenido hasta este día», reveló.
También se quejó de la demora en permisos para habilitar un nuevo camposanto en Ilopango: «No tengo el permiso aún de Medio Ambiente para abrir un nuevo cementerio, la población me lo viene pidiendo».
Quezaltepeque, con el triple de casos
Por su lado, en Quezaltepeque los casos pueden ser hasta el triple de las cifras oficiales, según dijo el alcalde Salvador Saget. De momento, el Gobierno registra 150 contagios.
Aunque al jefe edilicio lo que más le preocupa de momento es que ya no tienen espacios para seguir enterrando cuerpos de fallecidos por coronavirus.
«La preocupación más grande para nosotros es el colapso del cementerio municipal, eso lo he venido anunciando desde hace más de un mes. Tenemos un cementerio de 95 años de antigüedad, el administrador nos dijo: ‘señores, ya no hay más’. Estamos haciendo un plan para readecuar un cementerio cantonal», manifestó.
Además, señaló como «el gran problema» a la burocracia, «más en tiempo de pandemia»: «No tenemos tiempo de estar haciendo papeleos, la gente se nos está muriendo todos los días, yo tengo tres o cuatro entierros y no podemos estar con esta burocracia siempre».
El Salvador se encuentra en la etapa de mayor contagio de coronavirus a nivel comunitario, con un promedio de casi 400 casos diarios y con la suspensión de la segunda fase del proceso de reapertura económica, la cual se movió del 7 de julio al 21 de agosto, siempre y cuando haya una disminución de casos y muertos, lo cual no se vislumbra en la actualidad.
Estos no son los únicos alcaldes que se han pronunciado sobre problemas para enterrar cadáveres. Los jefes edilicios de San José Villanueva, San Pedro Perulapán se han pronunciado sobre este problema, mientras que el alcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt también ha advertido la alta cantidad de inhumaciones por COVID-19. Por su lado, Miguel Pereira, de San Miguel, ya advirtió que el sistema hospitalario de su municipio colapsó, lo que puede conllevar a más fallecimientos.