La vida y milagro de Marixa Ethelinda Lemus Pérez transcurrió en sus orígenes en las zonas fronterizas que de su natal Guatemala colindan con el territorio salvadoreño. Casi nadie en El Salvador había advertido la existencia de esta guatemalteca, de 46 años, hasta que en una colaboración entre las policías de ambos países fue recapturada en la colonia La Lechera de Ahuachapán.
Tras haberse fugado de una prisión militar en Guatemala el pasado 11 de mayo, Lemus Pérez, conocida por el sobrenombre “La Patrona”, tomó como rumbo El Salvador para evadir la justicia de su país. Para ello, debió recorrer los caminos dejados atrás desde su niñez y sin llamar demasiado la atención, aunque eso no le sirvió por mucho tiempo.
La razón que la hizo huir hacia El Salvador tiene que ver con su pasado vinculado a actividades de sicariato, secuestro y trasiego de droga. Las autoridades de su país la acusan de encabezar una banda que se dedicaba a esos menesteres y después de su fuga era imaginable que alguien podría estarla acogiendo en El Salvador.
Esos son los indicios que maneja la Policía Nacional Civil de El Salvador al momento de su captura, aunque no mencionaron a personas o posibles organizaciones que podrían darle soporte a “La Patrona”. No obstante, el hecho que la sicaria guatemalteca intentara ocultarse por mucho tiempo en el occidente de El Salvador, en una zona fronteriza con Guatemala, parece no ser una casualidad y podría tener explicación en la historia que le hizo ganarse el apodo de “La Patrona”.
Ciclo de Actualización, un portal de noticias especializadas en exponer la realidad de violencia y narcotráfico en Guatemala, relata en una reciente publicación cómo Marixa comenzó a ganarse la vida, administrando una pupusería en la ciudad de Pedro de Alvarado, en el guatemalteco departamento de Jutiapa, un paso obligado para salvadoreños que buscan llegar a la capital del vecino país, luego de cruzar por la frontera de La Hachadura.
Esa ciudad fronteriza, con varios comercios y tentaciones de toda índole al paso de los viajeros, esconde de sus visitantes una realidad de violencia y de prevalencia del más fuerte por formar parte de un departamento tan estratégico para los intereses del narcotráfico internacional como Jutiapa.
En Jutiapa convergen las fronteras de El Salvador y Honduras a través de la zona del Trifinio, un escarpado cónclave boscoso. Si la droga proveniente del sur del continente americano no transcurre por ese corredor llegará a Guatemala por la costa del Océano Pacífico, el cual baña a este oriental departamento guatemalteco.
Esta privilegiada posición desata guerras entre personas para controlar este corredor y las ganancias que se perciben de estas actividades. En estas guerras estuvo involucrada “La Patrona”, y para obtener éxito, hacerse con el control edilicio de la fronteriza ciudad de Pedro de Alvarado era crucial.
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Magno Lemus Pérez, hermano mayor de Marixa, fue el primero en buscar ser alcalde de la ciudad de Pedro de Alvarado y logró éxito en su cometido, no sin antes sufrir un atentado mientras realizaba un acto de campaña en su vehículo del cual pudo salir ileso, no así su sobrina e hija de “La Patrona”.
Al concretarse la llegada al poder de Magno, entre los moradores de la ciudad empezó a correr el rumor de los vínculos de la familia Lemus Pérez con el narcotráfico, los cuales crecerían con la muerte del alcalde en 2009 a consecuencia de un impacto de bala, el cual algunos sostienen que fue provocado por Marixa y su hermana mayor, Mayra.
Fue precisamente esta última quien buscó la presidencia municipal dejada por su hermano en 2011.Su rival en la contienda fue Carlos Roberto Marroquín, alguien que según reportes y testimonios de lugareños, pasó de la noche a la mañana de conducir una “carcacha” a vérsele en vehículos todoterreno y con guardaespaldas, despertando suspicacias y rumores de que podría estar ligado al narcotráfico.
Mayra Lemus Pérez sería asesinada en 2011 en un restaurante local, lo cual fue un golpe severo para Marixa, ya que consideraba a su hermana como una figura materna. Eventualmente Marixa asume la candidatura dejada por su difunta hermana, pero pierde en las urnas y decide sumirse en una especia de clandestinidad.
Desde ganar las elecciones en 2011 hasta la fecha, Marroquín ha sido el alcalde de Pedro de Alvarado, y dice haber sido víctima de tres atentados contra su vida, de los cuales culpa a “La Patrona”, por lo que compró una camioneta blindada.
Estos hechos violentos son atribuidos por las autoridades a la guerra por el control del corredor de trasiego de droga entre Guatemala y El Salvador, el cual es un patrimonio exclusivo, del lado salvadoreño, del denominado Cártel de Texis, según Miguel Castillo, encargado de un informe elaborado por el Center for Naval Analyses (CNA), un organismo de investigación sin fines de lucro con sede en Estados Unidos.
Otros sostienen que Marroquín es colaborador directo del Cártel de Texis, al ser señalado como vínculo del cártel de Los Temerarios, una agrupación homóloga que asegura el trasiego de droga por el Triángulo Norte centroamericano (Guatemala, Honduras y El Salvador), en su ruta a México.
Varios señalamientos han pesado sobre “La Patrona”, en torno a su participación en el trasiego de droga en una ruta trazada desde la frontera El Salvador-Guatemala, hasta la Ciudad de Guatemala, por lo cual tendría vínculos con agrupaciones en El Salvador, aunque cuando se desconoce la identidad de la misma.
Informes de inteligencia de la policía salvadoreña reconocen desde finales del siglo XX y principios del XXI sobre las actividades del Cártel de Texis y además identifican a José Adán Salazar Umaña, un empresario oriundo de la ciudad de Metapán, como uno de sus fundadores.
Salazar Umaña –curiosamente conocido en el submundo del narco como “El Patrón”− empezó sus negocios a través del cambio de quetzales en la frontera Anguiatú, y luego pasó a comerciar con bienes inmuebles. A la vez que iba siendo introducido en el mundo del trasiego de ilícitos a través de amigos cercanos, empezando con el contrabando de ganado hasta llegar al tráfico de drogas.
Pronto lograría consolidar una organización poderosa, capaz de infiltrar organizaciones estatales y hacerse con el control de corredores y puntos ciegos que van a dar hasta Guatemala y Honduras, en el lado opuesto en donde ocurrían las disputas entre Marroquín y “La Patrona”.
Salazar Umaña actualmente guarda prisión por cargos de lavado de dinero, en un proceso en el que la Fiscalía también vincula a su exesposa y a su hija, y por el cual también deben responder el alcalde de la ciudad de Metapán, Juan Umaña Samayoa, y el presidente de Agroindustrias Gumarsal, Wilfredo Guerra, quienes se encuentran prófugos de la justicia.