En medio del calor y las aguas tranquilas del Lago de Ilopango una lancha colorida llama la atención. No es para pesca ni paseos turísticos. Es la embarcación de un hombre que convirtió su necesidad en creatividad: Enrique Ramos, conocido como el minutero acuático, endulza los días de los turistas y lugareños con sus exquisitas minutas.


“Comenzamos desde cero, con un cajoncito de madera y a puro remo”, recuerda el lanchero que desde hace más de dos décadas recorre el lago vendiendo minutas. Su negocio nació tras no conseguir permiso para instalar un carretón en tierra firme, así que decidió llevar el sabor dulce de las minutas al agua.


El lanchero no se limita a un solo punto. Desde Joya Grande hasta Apulo, pasando por San Agustín y otros sectores del Lago de Ilopango, lleva en la embarcación su cajón de hielo lleno de sabores y fruta. “Aquí viene todo tipo de personas y gracias a Dios no me falta clientela”, asegura Ramos.
El minutero también realiza travesías a la Isla del Amor, isla de Los Patos y la Caldera, donde los turistas realizan visitas para apreciar la belleza del Lago de Ilopango.

Su presencia es diaria, sin descanso. “Yo salgo en mi lancha todos los días, de lunes a lunes”, afirma Enrique. Uno de los lugares en los que más se le ha visto al minutero acuático ha sido la Poza Verde en San Miguel Tepezontes, lugar donde la afluencia de turistas, impulsada por la mejora en la calle, ha aumentado por su notoriedad en las redes sociales. El crecimiento turístico de este espacio ha sido clave para su negocio.

Las minutas más pedidas tienen nombres y sabores particulares. Está “La envidiosa” es la que lleva limón, jocote, mango rallado, pepino, chamoy, tajín y hasta aguacate. También ofrece la tradicional minuta que consiste en combinaciones con fruta, leche condensada y jalea de tamarindo, con precios entre los $2.00 y $3.00.

Su historia no solo es de emprendimiento, sino de superación. En el pasado debió huir a México por la violencia de las pandillas. Al volver, retomó su vida como pescador y desde ahí fortaleció su negocio. Ahora planea mejorar su lancha y colocar un pequeño quiosco flotante.
