El Salvador
lunes 23 de diciembre de 2024

El restaurador que devuelve a la vida figuras del Niño Jesús en Navidad

por Gabriel Aquino


Durante seis décadas, Manuel Enrique Godoy ha renovado figuras cristianas como Niños Jesús para Navidad y el Día de los Santos Niños Inocentes.

En el corazón del centro de San Salvador, sobre la 3ª Calle Oriente y 8ª Avenida Norte. rodeado por bares y prostíbulos, Manuel Enrique Godoy lleva más de 60 años dedicado a la restauración de figuras cristianas. Su tienda, Religiosos Fátima, es un espacio donde la devoción y la tradición encuentran refugio en medio del bullicio y el caos de su entorno.

Foto: D1/Gabriel Aquino
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Foto: D1/Gabriel Aquino

Previo a las fiestas de Navidad, las personas acuden en masa al taller de don Manuel en busca de restaurar las imágenes del Niño Jesús para los tradicionales nacimientos navideños. Lo mismo ocurre por el Día de los Santos Niños Inocentes, donde las figuras son presentadas durante las fiestas patronales de Antiguo Cuscatlán. Aunque son imágenes desgastadas por el tiempo, recobran vida con la restauración dado que las familias desean que sus figuras estén impecables para honrar a Dios y prepararse para las ceremonias religiosas.

Foto: D1/Gabriel Aquino
Foto: D1/Gabriel Aquino
Foto: D1/Gabriel Aquino
Foto: D1/Gabriel Aquino

Con manos expertas y un espíritu joven, Godoy transforma figuras dañadas en piezas que recuperan su esplendor. Desde niños Dios hasta imágenes de santos, cada restauración es un proceso que él compara con pintar un automóvil. “Hay que lijar, preparar la base y luego devolverle la vida con colores”, explica.

Foto: D1/Gabriel Aquino
Foto: D1/Gabriel Aquino
Foto: D1/Gabriel Aquino
Foto: D1/Gabriel Aquino

Sus clientes, que llegan en busca de piezas únicas o restauraciones, encuentran precios que van desde $4.00 hasta $600.00, dependiendo del material y el tamaño. Aunque el yeso es el más económico, Godoy recomienda la marmolina por su mayor durabilidad. Además, su trabajo artesanal es tan apreciado que muchas de sus figuras terminan cruzando fronteras hacia Estados Unidos.

Foto: D1/Gabriel Aquino
Foto: D1/Gabriel Aquino

A pesar de su miedo a las nuevas tecnologías, Manuel ha mantenido su negocio gracias al boca a boca y al apoyo de fieles clientes. “Aquí, entre el ruido y el caos, las personas encuentran algo distinto, un poco de paz y espiritualidad”, comenta. Su compromiso con el arte sacro y la fe lo convierte en un pilar para quienes buscan preservar sus tradiciones en un entorno desafiante.