A días de la llegada de la temporada navideña, las calles del centro de San Salvador, especialmente la 17.ª Avenida y la 4.ª Calle, a un costado del Parque Bolívar, ya se transforman en un espectáculo lleno de luces y adornos. Entre guirnaldas, mallas y figuras decorativas, los vendedores ofrecen una amplia variedad de productos a precios accesibles.
Según Miriam Quintanilla, una vendedora con más de 65 años de experiencia, las guías navideñas son de los artículos más solicitados, con precios que van desde $1.50 hasta $12.00, dependiendo del diseño y tamaño. Los árboles de Navidad varían con precios que alcanzan hasta $59.00.
La competencia en esta temporada lleva a los vendedores a innovar con nuevos productos y diseños, destacando la incorporación de luces y materiales modernos. «La tecnología ha cambiado todo, desde las presentaciones hasta los productos que vendemos, ahora ya no solo esperamos a que la gente pase y vea lo que tenemos, también por redes sociales los estamos buscando«, comenta Miriam. Aunque el auge principal de las ventas comienza en diciembre, ya se percibe un flujo constante de clientes atraídos por la variedad y los bajos precios.
Los horarios son extendidos, desde las 6:00 A. M. hasta las 10:00 P. M. «Es importante inculcarle a los niños el valor de nuestra cultura y tradiciones, de momento se Ha visto que los padres no le niegan un lindo árbol o luces coloridas a sus hijos, esperemos eso nunca cambie«, afirma Miriam destacando que las ventas no son solo un negocio, sino también un esfuerzo por mantener viva una parte esencial de la identidad salvadoreña.
El valor de las personas mayores en la economía navideña
La participación que las personas de la tercera edad encuentran en este comercio no solo es una fuente de ingresos, sino también una manera de mantenerse activos. «El permiso que nos dan para trabajar nos hace sentir vivos«, comenta Lucero Trigueros, vendedora de luces navideñas. Para muchas de estas mujeres, la venta de productos navideños representa una terapia emocional y un medio para socializar durante esta temporada.
Los precios accesibles son un punto clave en este comercio, con adornos pequeños desde $2.00 y figuras más elaboradas como camellos y Reyes Magos en tamaños variados. «Tenemos de todo para que las personas decoren sus casas sin gastar mucho«, asegura Trigueros. La combinación de productos tradicionales y modernos ofrece una experiencia única para los compradores, quienes encuentran tanto nostalgia como novedad en cada artículo.
La ubicación, en la 17.ª Avenida y la 4.ª Calle, reúne a muchas vendedoras mayores que ven en este esfuerzo una manera de transmitir tradición y alegría. «Esto nos ayuda psicológicamente; en vez de quedarnos en casa, estamos aquí ofreciendo nuestra experiencia y compartiendo con las personas«, concluye. Su dedicación y compromiso inspiran a quienes visitan esta colorida feria navideña, un espacio donde convergen tradición, cultura y espíritu navideño.