En el marco del Día Internacional de la Fotografía, la memoria histórica de El Salvador encuentra un refugio esencial en el Museo de la Palabra y la Imagen (MUPI). Dedicado a preservar documentos, fotografías y objetos que cuentan los eventos trascendentales de la historia salvadoreña, este sitio se ha convertido en un guardián de la memoria.
Sin apoyo gubernamental, el proyecto se sostiene a través de la confianza depositada por las personas que, de manera continua, donan materiales que ayudan a mantener viva la historia de un pasado a menudo doloroso y lleno de aprendizajes. Uno de los aspectos más importantes de este museo, ubicado entre la 19 y la 27 Avenida Norte de San Salvador, es la conservación de fotografías históricas y científicas. Los procesos de archivo y almacenamiento son clave para asegurar que estas imágenes perduren en el tiempo.
A través de técnicas que incluyen el uso de papel especial y plásticos adecuados, el MUPI mantiene en buen estado miles de fotografías que fueron documentadas durante el conflicto armado en El Salvador. Entre los tesoros fotográficos se hallan la vida de un joven fotógrafo monseñor Óscar Arnulfo Romero y la vida de los salvadoreños en los años posteriores a la firma de los Acuerdos de Paz, entre otros eventos. Este esfuerzo de conservación permite que futuras generaciones tengan acceso a un testimonio visual del pasado.
Entre los materiales más valiosos se encuentran no solo documentos y fotografías del conflicto, sino también objetos prehispánicos, reflejando la rica y diversa historia que este archivo busca preservar.
MUPI cuenta con algunas piezas realmente antiguas y significativas, como un periódico manuscrito de 1813.