[EFE/ Hugo Barcia]
Depositar el voto, salir del colegio electoral y volver a casa en dromedario, esta es la rutina que siguen en cada proceso electoral los votantes de zonas desérticas en el norte de la India, donde este animal desempeña un papel fundamental en el día a día de miles de personas.
Shatan Singh ya no recuerda cuándo fue la primera vez que se desplazó a votar en dromedario, al que domina mediante una correa para que frene y puedan bajar de un pequeño carromato varios miembros de su familia que acuden a votar en las elecciones generales que empezaron hoy en la India.
Antes de ello, no obstante, la bestia debe dejar paso a otro dromedario que avanza en dirección contraria y que maneja otro campesino.
Esta estampa tiene lugar cada cinco años en la pequeña aldea de Gadhwala, ubicada en el desierto de Thar, en el estado noroccidental de Rajastán, y en la que reside Singh, que afirmó a EFE que el dromedario es su principal método de transporte, al no contar con coche ni motocicleta.
En esta región, que cuenta con solo 2 % de las reservas de agua del país, es el estado más árido de la India, por lo que este animal juega un rol crucial en la vida diaria de Rajastán, especialmente en estas elecciones que tiene lugar cuando las temperaturas comienzan a escalar los 40 grados.
De hecho, Singh cuenta que posee otras dos bestias similares pero que ambas están a cientos de kilómetros de distancia, en el estado de Uttar Pradesh, donde pasean a turistas para ganar algo de dinero extra.
Y es que en la modesta Gadhwala, situada en el distrito de Bikaner, lo que no escasean son dromedarios, puesto que un rápido vistazo a la calle principal muestra varias casas y comercios con un ejemplar de este animal esperando en la puerta a que llegue su dueño.
El uso de estas bestias como método de transporte ha decrecido con los años en la zona, sobre todo por la mejora del estado de las carreteras, pero sigue siendo habitual principalmente entre campesinos que además de ayudarles con la cosecha, utilizan su leche para consumo propio.
Esta amplia presencia de dromedarios han convertido al animal en un símbolo de Bikaner, que cada mes de enero acoge el Festival Internacional de Dromedarios en honor al conocido como «el barco del desierto», y al que acuden miles de amantes de estos mamíferos.
A esto se suma la creación en esta misma ciudad de un Centro de Investigación Nacional de Dromedarios, separado por pocos kilómetros del colegio en el que votó Singh.
Hace más de una década, incluso los oficiales de la Comisión Electoral de la India transportaban las máquinas de votación a lomos de dromedarios para llegar a las zonas remotas del desértico Rajastán.
Pero hace años que los reemplazaron por todoterrenos, matizó a EFE el director electoral de Rajastán, Rajeev Gupta, que ahora recuerda entre risas el periodo en que llegaron a depender de estos animales.
En la India es habitual que las autoridades empleen elefantes, botes o helicópteros e incluso realicen caminatas de varios días para llevar las máquinas de votación hasta los votantes que viven en las zonas más aisladas.
Un esfuerzo que se enmarca en la premisa electoral ‘Ningún votante se queda atrás’, por la que nadie en la India debe desplazarse más de dos kilómetros para depositar el voto.