Fotografías D1/Gabriel Aquino
Para muchos niños es un desafío aprender a nadar porque sienten miedo al agua. Y para los niños con síndrome de Down podría ser un verdadero reto.
Jesús Valencia −un apasionado instructor de natación en El Salvador− ha dedicado su vida a ayudar a niños con este síndrome a superar barreras tanto en el agua como en la vida cotidiana.
Para algunos niños con síndrome de Down, el agua puede convertirse en un ambiente aterrador. La coordinación motora y las habilidades cognitivas pueden presentar desafíos adicionales, lo que hace que aprender a nadar sea un proceso más complejo. Sin embargo, Valencia y su equipo están comprometidos a proporcionar un ambiente seguro y de apoyo donde estos niños puedan llevar a cabo este aprendizaje.
El impacto de la natación va más allá de las habilidades acuáticas. Para muchos niños con esta afección, la natación no solo mejora su salud física, sino que también fortalece su confianza, autoestima y habilidades sociales.
En el polideportivo El Polvorín, en San Salvador, entre los pupilos más destacados de Valencia se encuentra Kevin Moran Rivera, quien ha conquistado múltiples medallas, incluida una de oro en los Juegos Deportivos para Estudiantes con Discapacidad del CODICADER en Panamá en 2010.
Otro talentoso atleta, cuyo nombre resuena en las competiciones internacionales, es Catherine Ayala, quien brilló en el Mundial de Berlín 2018, obteniendo una medalla de oro en relevo.