4
Niños migrantes que acompañan a sus padres han soportado largas caminatas, hambre, sed, el calor, picaduras de insectos, mientras atraviesan ríos y cerros, para sobrevivir en la selva del Darién, uno de los puntos más difíciles en su ruta hacia Estados Unidos.
Recién salidos de esta selva que hace de frontera natural entre Colombia y Panamá́, los migrantes llegan hasta la zona conocida como Quebrada del León, donde les esperan unos indígenas para llevarlos por lancha hasta Bajo Chiquito, una pequeña población donde podrán al fin reposar tranquilos.
Fotografías: D1/EFE-Bienvenido Velasco
[cycloneslider id=»panama-migrantes»]