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Cada mañana de martes los pacientes del Hospital la Divina Providencia salen de su habitual rutina, entre risas son conducidos a un salón de usos múltiples, se les entrega un puñado de granos de maíz y un cartón del tradicional juego de lotería. Este es uno de los días más esperados, periódicamente un grupo de voluntarios llega para ver películas, platicar, contarles chistes, cantar o simplemente leerles el periódico.
Este, es el único hospital de El Salvador especializado en cuidados paliativos para personas con enfermedades crónico-avanzadas, aquí la distracción y la salud mental es tan importante como los medicamentos que les son suministrados para atenuar el dolor.
FOTOGRAFÍAS: D1/MIGUEL R. LEMUS
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