El Gobierno de Estados Unidos lanzó un programa que da estatus legal por dos años a los venezolanos que lleguen en avión y expulsará de manera inmediata a quienes crucen por tierra la frontera con México, como una medida para frenar la masiva oleada migratoria de esa nacionalidad en los últimos días.
A un poblado panameño llamado Bajo Chiquillo, llegan un promedio de 1,500 migrantes al día, pero a veces se superan los 2,000, según datos oficiales. En lo que va del año 187,644 transeúntes han atravesado la jungla.
La mayoría (más del 70 %) son venezolanos, pero también hay procedentes de Haití, Bangladesh, India, Somalia, Colombia y hasta de Filipinas.
Los migrantes arriban a ese pequeño pueblo sucios, mojados, enfermos y desesperados, tras haber caminando entre dos y seis días la peligrosa selva del Darién, desde Colombia.
Su esperanza es llegar a Estados Unidos para trabajar, todos huyen del hambre en Venezuela.
FOTOGRAFÍAS: D1/EFE-Bienvenido Velasco
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