Un estilo sin comparación perfiló la carrera de Roger Federer desde que maduró su personalidad a golpe de raqueta. Supo dejar atrás su mal carácter con el que irrumpió de joven en la pista. Eran recurrentes los desafíos a jueces, gritos de enojo y raquetas rotas. Moldeó su personalidad a la misma velocidad que ganaba partidos, sumaba horas en pista y agrandaba su historial.
Siempre ha mantenido un toque suave, fino, sutil. Un refinado revés a una mano. De saque certero y volea precisa, contundente. Un tenis divertido, al ataque, sin especular. Una puesta en escena impecable, a pesar de la fortaleza física de sus rivales. Sin golpes sobresalientes, sin fisuras en defensa y manteniendo siempre su clase en cada golpe y cada gesto.
El pasado 15 de septiembre, Roger Federer emitió un comunicado en el que decía que la Copa Laver celebrada del 23 al 25 de septiembre en Londres, será su último evento ATP en el que competirá.
FOTOGRAFÍAS: D1/EFE
[cycloneslider id=»federer»]