Nadie sabe dónde están las niñas que faltan en la aldea de Mahima. La última vez que vio a una de ellas, salía un vientre como el aborto de una hija no querida.
En esta remota aldea del estado de Rajastán, en la India, nadie busca a las niñas que van naciendo. No las conocen. En muchos casos cuando una pareja se da cuenta que tendrán a una niña tratan de mantenerlo en silencio. La mayoría están muertas o no les han permitido nacer.
Durante los últimos 30 años, millones de niñas han desaparecido sin dejar rastro o han muerto antes de cumplir los seis años bajo la sospecha de haber sido asesinadas, vendidas o abandonadas por sus padres. El precio de criarlas ha convertido su vida en algo inviable.
FOTOGRAFÍAS: D1/EFE
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