Cuando las aeronaves cumplen un determinado número de horas de vuelo son destinadas a un espacio alejado de los hangares, donde algunas son restauradas para convertirse en piezas de museos, a otras les quitan sus partes para ser recicladas y la mayoría están destinadas a podrirse en la intemperie.
En el aeropuerto militar de Ilopango, sede de la Primera Brigada Aérea, luego de pasar por un proceso de desmilitarización, helicópteros y aviones de entrenamiento o combate son enviados al “cementerio” de la Fuerza Aérea.
En este peculiar lugar hay restos de helicópteros Bell UH-1H, UH-1M, MD Hughes-500, aviones de combate Dassault MD 450 Ouragan, avionetas de entrenamiento Enaer T-35C Pillan y aeronaves de carga y transporte Douglas C-47 Skytrain. Cuando estas aeronaves llegaron al país ya habían cumplido su tiempo útil, incluso algunas fueron utilizadas en la segunda guerra mundial (1939-1945) y en la guerra de Vietnam (1955-1975).
FOTOGRAFÍAS: D1/MIGUEL LEMUS
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