Al ingresar en el cementerio Jardines del Humaya en Culiacán, capital de Sinaloa puede observarse una ciudad compuesta por criptas que parecen mansiones con cúpulas y columnas al estilo griego, algunas valoradas en unos $400,000 y que muy pocos mexicanos podrían costear después de su muerte, estas pertenecen a sombríos personajes del narcotráfico en México.
En esta ciudad la cultura del narcotráfico rinde tributo en una capilla en honor al santo popular Jesús Malverde, un bandido de bigotes que según la leyenda robaba a los adinerados para dar a los pobres, hasta que fue ahorcado en Culiacán en 1909.
A unos kilómetros de Sinaloa, en Badiraguato las plantaciones de opio son destruidas por las autoridades del Ministerio Público mexicano. Se estima que las plantaciones pertenecen al Cartel de Sinaloa de Ismael “El Mayo” Zambada, el nuevo líder desde que Joaquín “El Chapo” Guzmán fue capturado en 2016.
FOTOGRAFÍAS: D1/AFP
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