«Con fuego se vive una abundante adrenalina en la sangre que nos hace vivir una enorme emoción», cuenta Herbert Beltrán, un joven que participó en «La Recuerda», un aventurado festejo popular que atrae a nacionales y extranjeros en el poblado salvadoreño de Nejapa.
Venciendo el miedo con una capucha y las manos enguantadas, Herbert, de 18 años, participó la noche del miércoles por primera vez en esta tradición en la que un centenar de jóvenes divididos en dos bandos se lanzan bolas de tela amarradas con alambre a las que se prende fuego.
«Desde pequeño vi a mi padre jugar con las bolas de fuego y hoy, como una herencia, me presento para continuar con la tradición que no es más que una diversión para botar el estrés, el enojo o la tristeza», resume a la AFP.
La batalla tiene lugar en la calle central de Nejapa, pocos kilómetros al norte de San Salvador, y marca el inicio de los festejos en honor a San Jerónimo Doctor, el patrono del municipio.
Decenas de policías y soldados vigilaron la celebración en esta localidad rodeada de pandillas.
La casi centenaria guerra de bolas se denomina La Recuerda porque, según la leyenda, rememora a las piedras en llamas que emergían de una violenta erupción del volcán de San Salvador en 1658, cuando destruyeron el antiguo asentamiento de Nixapa.
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