Masinga se prepara para pasar tres horas en Black & White Tattoo Studio en Johannesburgo, para conseguir tatuado el rostro de Nelson Mandela en la espalda.
«Estoy muy, muy nervioso», explica con una sonrisa tímida. «Es una gran pieza y estoy empezando en un nuevo lienzo, en mi espalda.»
Hace un año, cuando Mandela murió, Masinga decidió que tendría que pagar tributo por hacerse un tatuaje del héroe antiapartheid.
«Es el arte y una memoria que se queda conmigo para siempre», dijo el musculoso de 27 años de edad, que vestía zapatillas Nike y un gorro negro bordado con la palabra «DOPE» en letras mayúsculas. «Un día le voy a explicar a mis hijos.»
Él no es el único en conseguir un tatuaje para Mandela
Mientras Sudáfrica se prepara para conmemorar el primer aniversario de la muerte del hombre de Estado el 5 de diciembre, los estudios de tatuaje en el país están reportando una demanda cada vez mayor para los tatuajes inspirados en Mandela.
Desde Johannesburgo a Ciudad del Cabo, retratos de Mandela y frases celebres de la gran hombre – la mayoría de ellos levantó de su best seller autobiográfico, Long Walk to Freedom – están en demanda.
«Se está convirtiendo en algo muy popular hoy en día», dijo Chris De Villiers, un artista del tatuaje en The Body Architects Tattoo Studio en Ciudad del Cabo.
«No es algo que acaba de suceder durante la noche, esto poco a poco se hizo popular.»
Nadia Smith, asistente en Jaded Ink, otro estudio en Johannesburgo, dijo que es una gran moda para que los clientes solicitan una «, pintada-estilo abstracto» del tatuaje de Mandela.
«El graffiti es un poco más rústico», dijo Smith, quien estima que su estudio ha hecho más de cinco tatuajes de Mandela desde su muerte.
Las personas con una imagen Mandela esperan utilizarlo como un recordatorio para seguir su ejemplo de perdón.
Leeshan Ramasamy dijo que su tatuaje, el retrato de Mandela con un traje con su marca registrada y sonrisa benévola, no podría ser mejor.
«Él vive, en mi piel ‘
«Es un rompe hielo real», dijo Ramasamy, un gregario, de 42 años de edad, hombre de negocios de Johannesburgo, que luchó contra el régimen del apartheid como estudiante.
«La lección más importante que me ha dado es que tienes que perdonar para seguir adelante.»
Ramasamy cree que los tatuajes con el icono de los derechos humanos en su cuerpo están inmortalizando a Mandela.
«Uno crece viejo y él sigue ahí», dijo, tomando una larga mirada a su tatuaje. «Yo lo puedo llevar a todas partes y darle vida, básicamente, que sigue viviendo en mi piel.»
En un testamento al poder del ex presidente de trascender la raza, negros y blancos por igual están haciendo cola para pasar por debajo de la aguja.
De vuelta en el estudio de tatuajes, Masinga estuvo acompañado por su amigo Marcel Bosthumus, un afrikáner de 21 años de edad, de Randfontein, un pueblo minero a unos 40 minutos al oeste de Johannesburgo en coche.
Bosthumus eligió un retrato en el estilo de una pintura al óleo en la pierna, con Mandela cuando llevaba una de sus camisas coloridas.
«Siempre he sido un fan de él», dijo Bosthumus. «Se fue por un momento difícil, y después de pasar por ese momento duro que siguió su camino.»
Tres agotadoras horas más tarde, cada hombre ha tatuado su piel con la imagen de ha Mandela.
Masinga mira por encima del hombro a sus espaldas en un espejo de cuerpo entero, frotándose la barba de chivo valorándo el trabajo.
Luego le da los cinco (la mano) a su artista del tatuaje. «Es exactamente como yo quería», dice. «Valió la pena».
AFP