Con un oportuno gol de Emerson Mauricio, la selección de El Salvador concluyó con un empate el segundo amistoso de la fecha FIFA frente al Pachuca de México en el estadio Jorge “Mágico” González.
En los primeros minutos de juego, El Salvador intentaba construir juego desde el fondo, intentando esquivar la presión del equipo azteca con toques cortos. En esta dinámica, Jairo Henríquez y Santos Ortiz se convirtieron en los hombres más peligroso del ataque azul y blanco.
La escuadra cuscatleca rozó el primer gol durante una subida de Henríquez por banda izquierda que terminó en un centro hacia el punto penal donde Josué Rivera apareció completamente solo, pero el disparo del delantero de Isidro Metapán se fue por encima de la portería.
Algunos minutos más tarde, Jairo Henríquez volvió a inquietar a la defensa de los tuzos con un disparo lejano que el portero José Eulogio contuvo con facilidad.
En los instantes finales de la primera mitad, un pase filtrado de Idrissi desde el sector izquierdo provocó el descuido de la zaga cuscatleca y Jorge Cruz derribó dentro del área a Illian Hernández provocando el penalti que el propio nueve de los tuzos se encargó de transformar en el 0-1 venciendo con frialdad a Mario González.
Para el segundo tiempo, el técnico de El Salvador, Hernán Gómez, envió refuerzos desde el banquillo e ingresaron al campo Harold Osorio, Francis Castillo y Enrico Dueñas, el volante procedente del Top Oss de Holanda influyó rápidamente en el partido cuando mandó un centro rasante al área para la rápida aparición de Emerson Mauricio que con un potente remate a quemarropa pudo batir la portería del Pachuca y colocar el 1-1 en el marcador.
Con ausencias importantes en el equipo como las del venezolano Salomón Rondón, el técnico de los tuzos, Guillermo Almada optó por echar mano de los juveniles, entre ellos Juan Sigala, de 17 años, que en sus primeras intervenciones en el campo sacó un lanzamiento de tiro libre con mucho efecto que casi se le cuela en la escuadra a Mario González.
El tramo final del partido tuvo poca acción en las áreas, ya que debido al desgaste físico ambos conjuntos bajaron revoluciones y el marcador ya no se movió y se selló el empate definitivo en el segundo juego de la era “Bolillo” Gómez.