Con un sufrimiento que parecía encaminado a un triste empate sin goles, la selección de El Salvador se encontró con un gol de Styven Vásquez para vencer a Bonaire por un marcador de 1-0 en la Liga de Naciones.
La azul y blanco buscó con ímpetu la victoria desde el principio de la primera parte y avisó con un disparo cruzado de Álex Larín, pero el meta visitante logró mantener a salvo su portería.
Tras ese inicio prometedor, el conjunto caribeño se asentó con oficio en la cancha del Cuscatlán y en varios pasajes del partido logró manejar la posesión y el ritmo de juego en el centro del campo, con Jort van der Sande marcando los tiempos ante unos imprecisos Cristian Martínez y Darwin Cerén, que vivieron una noche para el olvido junto al debutante Gabriel de Azevedo.
Las pocas aproximaciones al marco rival de la Selecta fue abriendo las bandas, específicamente la izquierda donde se movía Francis Castillo y Larín, desde ese sector vino el centro retrasado para Cerén, que buscó anotar el primero con un derechazo centrado, pero un desvío de la defensa y el poste le negaron el grito gol.
Antes de que terminara el primer tiempo, un centro elevado desde la derecha llegó hasta la cabeza de Nelson Bonilla, pero al igual que Cerén, el poste volvió a interponerse en su camino al gol.
Ante la falta de acierto en ataque, el técnico David Dóniga le dio la vuelta a su esquema y dio entrada desde el banquillo a Rafael Tejada, Santos Ortiz y a Styven Vásquez.
Con pocos minutos en el campo, Tejada lo intentó con otro remate de cabeza, pero el esférico tomó dirección directamente a donde estaba parado el portero contrario, pero sirvió de antesala a lo que se vendría en los instantes finales.
Con las constantes silbatinas que descendían desde los graderíos del Cuscaltán, la sensación era que un mínimo error haría que la balanza se inclinara a cualquier lado, ya con los 90 casi cumplidos, una contra cuscatleca derivó en un centro más al área, pero esta vez Styven Vásquez estuvo atento y se coló entre el portero caribeño y sus defensas para rozar el esférico y hacer que su trayectoria se desviara lo suficiente para meterse a la portería y darle tres puntos a El Salvador, vitales para seguir firme en la lucha por abandonar la Liga B y clasificar a Copa Oro.