Lejos de la tensión sufrida días atrás, en el Etihad, ante el Manchester City en un partido clave, el Arsenal avanzó con cierto sosiego en su retorno al Emirates donde obtuvo un triunfo cómodo ante el Luton (2-0) resignado a la pelea por la permanencia y fuera de lugar en este cara a cara con un aspirante al título.
El conjunto londinense cerró una noche plácida asentado provisionalmente en el liderato, con un punto de ventaja, también un encuentro más, respecto al Liverpool, obligado a ganar el jueves al Sheffield su partido de la jornada si no quiere ceder el mando de la tabla.
Mikel Arteta, incluso, pudo dosificar fuerzas en su plantel. Le espera un maratón al conjunto gunner metido de lleno en la pelea por una Premier que no logra desde el 20024. Fuera de combate Bukayo Saka, dañado en la batalla ante el City del domingo, el preparador español resguardó a hombres como Gabriel Jesus, Jorginho o Declan Rice, en el banquillo de inicio. Por contra, dio protagonismo a Thomas Partey, Nelson, Smith Rowe o Oleksandr Zinchenko.
Los goles fueron cuestión de tiempo porque el Arsenal, con una propuesta clara, arrinconó a su rival desde el principio. Solo la falta de acierto, de ideas en los metros finales, dilató la llegada de los tantos. La resistencia del Luton, que afrontó la cita con nueve partidos sin ganar, instalado en la antepenúltima plaza y a tres puntos de la permanencia, duró menos de media hora.
Abrió el camino Martin Odegaard que condujo la acción de ataque, en el minuto 24, sin oposición. Encontró en el área a Kai Havertz al que le centró. Le devolvió el balón el alemán y el noruego, preciso, superó a Thomas Kaminski.
Fueron los mejores momentos locales que con Odegaard desatado pudo sentenciar el choque en un puñado de minutos. Pasada la media hora, el noruego dispuso de un uno contra uno pero Kaminski evitó el tanto. También el meta sostuvo a los visitantes en el 41, cuando negó el gol a Haverz.
Nada pudo hacer el portero belga en el segundo que hizo el Arsenal cuando Emil Smith Rose recibió el balón y llegó hasta la línea de fondo. Centró hacia atrás por donde entró Reiss Nelson pero metió el pie Daiki Hashioka que introdujo el balón en su propia meta.
El Arsenal se dio un respiro. Relajó la presión tras el descanso pero el Luton, necesitado de puntos, careció de atrevimiento. Dejó espacios y amenazó con crear cierto peligro. Sin embargo, cada ofensiva frustrada la recogía el Arsenal que no bajó su ambición a pesar de los cambios.
Arteta dio minutos a Eddie Nketiah y Declan Rice y respiro a Havertz y Thomas Partey y Rob Edwards también empezó a pensar en el futuro, en compromisos más a su altura, ante rivales con retos similares.
Nketiah, de hecho, pudo hacer el tercero en el tramo final, pero Kaminski volvió a salvar a un Luton resignado.