La Real Sociedad, el rival invitado en la fiesta del alirón del Barcelona, consiguió un triunfo histórico en el Spotify Camp Nou con marcador de 1-2, donde no ganaba desde el año 1991, y dio un paso de gigante para sellar el pase para jugar la próxima edición de la Champions League.
La última victoria “txuri urdin” (1-3) en el templo azulgrana se remontaba a un 18 de mayo de 1991. Aquel día el equipo vasco también le hizo el pasillo al campeón de Liga entrenado por Johan Cruyff. Marcaron Dalian Atkinson y John Aldridge, este último en dos ocasiones, en un partido de la jornada 35, la misma fecha en la que ambos equipos se enfrentaron este sábado.
Demasiadas coincidencias para que la Real no aprovechara la ocasión de conquistar, al fin, un escenario habitualmente maldito. Esta vez los héroes fueron Mikel Merino y Alexander Sorloth, autores de los dos goles de su equipo.
La resaca azulgrana se alargó cinco minutos, lo que tardó Sorloth en robarle un balón a Kounde, que reaparecía como central, y asistir a Merino, que desde el interior del área superó a placer a Marc-André ter Stegen. Fue el prólogo de un primer tiempo espléndido, abierto, con dos equipos atrevidos, buscando sin miedo el gol.
Lo intentó el Barça con Frenkie de Jong moviendo los hilos en la medular y Ousmane Dembélé desequilibrando en ataque. El revoltoso vuelo del ‘mosquito’ fue una pesadilla para la zaga ‘txuri urdin’, tanto cuando actuó por la banda derecha como por la izquierda.
Pero su equipo, que ante las bajas de Pedri y Gavi volvió a jugar con tres puntas, no aprovechó el momento de gracia del extremo galo. Ni Lewandowsi, en dos ocasiones, ni las llegadas de Kessie, una de ellas repelida por el sueño azulgrana Martin Zubimendi, ni el propio Dembélé con un testarazo consiguieron igualar la contienda antes del descanso.
Y al bloque guipuzcoano no le afectó el miedo escénico que habitualmente sufre en el feudo azulgrana. Fue sin complejos a por el segundo tanto. Y eso que Imanol Alguacil introdujo hasta cinco cambios en la alineación, dejando al banquillo a puntales como Take Kubo o Mikel Oyarzabal.
De hecho, si la Real no llegó al descanso con una mayor renta, fue por las apariciones habituales de Ter Stegen. El arquero alemán, que está a una portería a cero de igualar el récord de 26 jornadas sin encajar de Paco Liaño, se erigió de nuevo en el salvavidas azulgrana sacando un pie salvador a disparo de Mohamed-Ali Cho. Tampoco estuvo acertado Barrenetxea en la ejecución de dos peligrosas llegadas blanquiazules antes del descanso.
Koundé, protagonista del primer tanto realista, fue sustituido en la reanudación por Marcos Alonso. Pero el problema no lo tenía atrás el equipo de Xavi. Le faltaba colmillo e intención en los últimos metros y los jugadores de la Real estaban cómodos con el balón. Tampoco pasaban muchos apuros sin él.
De hecho, las mejores ocasiones en el segundo tiempo las tuvo la Real por mediación de Sorloth. El gigantón noruego perdonó el segundo con un testarazo franco desde el interior del área que incomprensiblemente no encontró portería.
El tedio azulgrana del segundo tiempo tampoco lo sacudieron Ansu Fati y Ferran Torres desde el banquillo y el equipo vasco lo aprovechó para sentenciar el encuentro. A la tercera ocasión Sorloth no falló. Robó el balón en la medular Zubimendi, que trazó un contraataque de libro que culminó el delantero nórdico (0-2, min.71).
El campeón, que sufrió la primera derrota liguera de la temporada como local, reacción en el minuto 90 con un cabezazo de Lewandowski, que anotó su vigesimosegundo tanto en LaLiga. Despertaron el Barça y la afición azulgrana con el tanto del polaco, pero ya era demasiado tarde para amarrar el empate.
Con esta histórica victoria, la Real se mantiene firme en la cuarta plaza con una ventaja de cinco puntos con respecto al Villarreal, su más inmediato perseguidor.