El Barcelona recuperó este sábado la sonrisa tras el pinchazo en Vallecas y el Betis, penalizado por la expulsión de Edgar González en el minuto 33, pagó las consecuencias de la ambición del líder de LaLiga con un marcador de 4-0, que acaricia el título cuando quedan seis jornadas para que finalice el campeonato.
Los goles de Andreas Christensen, Robert Lewandowski y Raphinha en el primer tiempo acabaron con las esperanzas del Betis, que ve cómo el sueño de jugar la próxima ‘Cahmpions’-la cuarta plaza está ahora a 9 puntos- se desvanece. El Barça, en cambio, mantiene los once puntos con respecto a su más inmediato perseguidor, el Real Madrid.
Tras el varapalo vivido en Vallecas ante el Rayo (2-1), el líder no quería sustos y se desempolvó de la pereza mostrada en las últimas jornadas para domar el duelo desde el inicio. Y lo hizo con el plan A que quiere Xavi Hernández: presión y circulación alta del balón.
Agradeció el equipo azulgrana recuperar, al fin, el cuarteto de centrocampistas formado por Sergio Busquets, Frenkie de Jong, Pedri y Gavi, que en el primer cuarto de hora del partido no dio opciones a los peloteros béticos. También la presencia de Andreas Christensen, tras un mes en el dique seco por una lesión, fue una bendición para la salida de balón azulgrana.
Echó de menos el equipo andaluz más protagonismo de Sergio Canales, desaparecido en la zona de tres cuartos, y solo se plantaba en territorio barcelonista mediante los laterales Martín Montoya y Juan Miranda, ambos con pasado azulgrana.
Y por si eso fuera poco lamentó la lesión en el minuto 12 de Luiz Felipe, aquejado de molestias musculares. En su lugar, entró Edgar González, uno de los protagonistas del encuentro.
Sin el brasileño, los barcelonistas, algo imprecisos en el último pase, tardaron dos minutos en abrir la lata. Raphinha, al que en una jugada anterior Lewandowski le pidió calma, encontró la templanza para trazar un centro tenso, perfecto para que un central como Christensen se elevara entre los zagueros y rematara elegantemente con la testa. Primer gol del danés con la zamarra azulgrana, un futbolista indispensable para Xavi Hernández.
El tanto despertó al Betis, que fue capaz de apoderarse del esférico. Guido Rodriguez empezó carburar en la medular y los futbolistas verdiblancos aparecían con más asiduidad en la zona de tres cuartos azulgrana. Solo les faltó conectar con Willian José, sustituto del lesionado Borja Iglesias.
El Barça se estiró algo más y buscó sus opciones en transiciones rápidas. En una de ellas, Raphinha robó el balón y en su carrera fue derribado por Edgar González que, según la interpretación del árbitro, mereció la cartulina, si bien pareció que había tocado el balón.
Nueve minutos después, el futbolista de Sallent (Barcelona) vio la segunda amonestación tras una dura zancadilla a Pedri. El colegiado fue avisado por el cuarto árbitro y expulsó a Edgar ante la indignación del banquillo bético.
Y así fue como las opciones de puntuar del Betis en el Spotify Camp Nou se esfumaron. En el minuto 36, Lewandowski, que este sábado vio cómo Karim Benzema presentaba su candidatura en la carrera por el título de máximo goleador, cazó un centro de Koundé desde la derecha para rematar a placer y anotar el segundo.
El tercer remate entre los tres palos del Barcelona en el primer tiempo también acabó en gol. Y lo hizo con suspense. Pase milimétrico de Busquets para la diagonal de Raphinha, que no falló ante Rui Silva. La linier lo anuló en un primer instante por fuera de juego del brasileño, pero tras tres minutos de deliberación se validó el tanto.
Con el partido sentenciado, el segundo tiempo fue un trámite. Manuel Pellegrini dio entrada otro central -Paul Akouokou- para resguardarse del temporal azulgrana.
Solo faltaba por saber si se cumplirían otros elementos secundarios del guion del partido como el regreso de Ousmane Dembélé, el ‘último baile’ de Joaquín en el Camp Nou o el debut del joven Lamine Yamal, que con 15 años, 9 meses y 16 días optaba a convertirse en el futbolista más joven de la historia del Barça en jugar con el primer equipo.
Y el Camp Nou fue testigo de estas tres escenas. La de Joaquín, sin embargo, no terminó con final feliz, pues se retiró en el minuto 80 aquejado de molestias en la rodilla derecha, lo que obligó a su equipo a jugar con nueve jugadores. Pellegrini ya había agotado todos los cambios.
Antes, ni el Barça fue capaz de ampliar la ventaja -el segundo tanto de Lewandowski lo evitó el poste- ni el Betis de anotar el gol del honor, que el exazulgrana Juan Miranda tuvo en un mano a mano con Ter Stegen.
La ausencia de Joaquín debilitó aun más al Betis, que encajó el cuarto tanto en el minuto 82, obra de Guido Rodríguez en propia puerta al intentar rechazar un disparo de Ansu Fati. Incluso el debutante de la noche rozó el gol.
Tras una noche aciaga en el Camp Nou, el equipo sevillano alargó su racha negativa y suma un punto de los últimos nueve posibles. Ocho son los que necesita el Barça para celebrar matemáticamente LaLiga. La cuenta atrás ya ha empezado.