El Real Madrid reaccionó a la derrota de Gerona con un triunfo contundente ante el Almería, con triplete de Karim Benzema y un gran gol de Rodrygo, ante un rival con rotaciones y la mente puesta en el duelo clave de la próxima jornada ante el Elche, pero que aprovechó con tantos de Lázaro y Robertone la relajación defensiva madridista con un marcador de 4-2.
Benzema, con un triplete en el primer acto, se convirtió en el cuarto máximo goleador de la historia de LaLiga con 236 dianas. Su recital goleador pudo ser mayor, pero se topó con un poste tras marcar los dos primeros a placer, tras asistencias de Vinícius y Rodrygo, y el tercero de penalti.
Rodrygo asombró con la maniobra de su asistencia y la belleza del cuarto tanto, un derechazo a una escuadra nada más reanudarse el segundo acto. Antes, en la última acción del primero había recortado distancias Lázaro y Robertone marcó el 4-2 definitivo a los 61 minutos en dos errores defensivos madridistas que provocaron el enfado de Carlo Ancelotti.
Vinícius fue sustituido por molestias en una rodilla y no jugará el próximo partido tras recibir su décima amonestación en LaLiga.
No sintió nunca en peligro el triunfo el Real Madrid, que quiso más goles y quitarse el mal sabor de boca de sus excesos de confianza. Pasó a una fase de dominio sin gol porque Rodrygo perdonó su doblete, solo, tras un pase filtrado de Benzema y su sustituto, Marco Asensio, se topó con un poste primero y con el travesaño después con sus zurdazos habituales.
También la madera impidió el cuarto de Benzema en momentos en los que las luces de alarma se encendieron en el Santiago Bernabéu cuando Vinícius pidió el cambio por un golpe en una rodilla. No es habitual en un futbolista que lo juega todo y nunca se lesiona. Fue producto de un golpe, un encontronazo de frente ante su defensor.
Descansará en San Sebastián tras ver, de nuevo por protestar, una amarilla, la décima, y el madridismo cruza los dedos para que el jugador más desequilibrante esté en la final de Copa y ante el City.