La insistencia del brasileño Vini Jr, pese a toparse en tres ocasiones con Sergio Herrera, y su pase de gol al uruguayo Fede Valverde dieron una difícil victoria al Real Madrid ante Osasuna en El Sadar (0-2) que le permite seguir con vida en LaLiga Santander.
Sacó adelante el equipo de Carlo Ancelotti el duro examen de Pamplona con ciertos apuros, como esperaba, ante un rival como el de Jagoba Arrasate bien trabajado, disciplinado y peligroso, siempre un duro escollo, como quedó demostrado en la séptima jornada en el Santiago Bernabéu, al convertirse en el primer equipo que le arrebataba algún punto al Real Madrid esta campaña en el torneo liguero.
Con el Liverpool a la vuelta de la esquina, lo hizo con notables bajas, como las de Karim Benzema, Toni Kroos y Aurelien Tchouameni, principalmente, pero supo ponerse el mono de trabajo y encontró el premio en un triunfo que le sitúa a cinco puntos del Barcelona, que este domingo recibirá al Cádiz. Una derrota hubiera sido nefasta y le habría puesto aún más cerca del k.o.
La incansable presión de Osasuna, que acabó encadenando su quinto partido seguido sin vencer, complicó la vida a los pupilos de Ancelotti, durante muchos tramos incapaz de desentrañarla y crear juego, con lo que se tuvo que encomendar a su hombre más desequilibrante, quizá el único, para acercarse a la victoria.
Vinicius tuvo tres mano a mano con Sergio Herrera que no pudo aprovechar. El meta osasunista, que recuperó la titularidad, estuvo notablemente inspirado ante el jugador brasileño, cuya insistencia es indudable pese a su desacierto en la culminación.
Osasuna, que tuvo sus opciones y que incluso mandó un balón a un palo por medio de Moi Gómez, acabó claudicando ante el brasileño, que desequilibró el partido con un pase medido a Fede Valverde que el uruguayo no desaprovechó. Incluso después Vini marcó, pero el VAR lo anuló por fuera de juego previo.
El Real Madrid administró bien los últimos minutos, con el joven delantero uruguayo Álvaro Rodríguez muy activo, y Marco Asensio, que había reemplazado a Dani Ceballos, puso la guinda en la prolongación a pase del charrúa.
La Real Sociedad volvió a dar un paso atrás y ya está a ocho puntos del equipo de Ancelotti. Tropezó de nuevo en el Reale Arena. En su anterior partido como local cayó ante el Valladolid. Esta vez dejó escapar dos puntos frente al Celta (1-1) cuando tuvo el partido en su mano, pero entre su incapacidad para sentenciar y la mala fortuna del autogol del francés Robin Le Normand en la prolongación se le escapó el partido entre los dedos.
Todo se le puso muy de cara al equipo de Imanol Alguacil cuando Mikel Oyarzábal abrió el marcador a los cinco minutos. Incluso tuvo ventaja numérica en el último cuarto de hora, cuando el peruano Renato Tapia por ver dos tarjetas amarillas consecutivas.
No supo rematar la faena y lo pagó muy caro. Iago Aspas, capitán y referente del conjunto del luso Carlos Carvalhal, volvió a ser decisivo. Estuvo a punto de empatar con un disparo lejanísimo que sorprendió a Álex Remiro y salió fuera por poco y en la prolongación, en pleno ataque desesperado del Celta, su centro al área lo introdujo Le Normand en su portería para frustrar a la Real Sociedad y otorgar un punto a su equipo muy importante en su denodada lucha por alejarse del peligro.
Aún así, la Real Sociedad se mantiene tercera y consolidada en la zona Champions, a la que no renuncia el Betis, que se reencontró con la victoria en el Benito Villamarín, al imponerse por 2-1 al Valladolid con Sergio Canales como protagonista estelar.
No ganaba como local el cuadro del chileno Manuel Pellegrini en LaLiga Santander desde el 16 de octubre (3-1 al Almería) y el futbolista cántabro fue el encargado de definir el resultado ya en la primera parte.
A los dos minutos se inventó un magnífico pase a Juanmi Jiménez que este no desaprovechó y en la prolongación transformó un penalti cometido por el camerunés Martin Hongla sobre Ayoze Pérez con el que volvió a desequilibrar el partido que había igualado el canadiense Cyle Larin (m.30), el nuevo hombre gol del equipo vallisoletano.
Pero el Betis no lo pasó nada bien. Sufrió incluso para ganar. No materializó sus ocasiones y los hombres de José Rojo ‘Pacheta’ tuvieron las suyas, como un lanzamiento de falta de Monchu Rodríguez al palo. Ni siquiera la lesión del meta Jordi Masip y el debut del joven Álvaro Aceves con 19 años mermó su ambición y hasta el final metieron presión al bloque de Pellegrini, quinto a un punto del Atlético de Madrid, que recibirá este domingo al Athletic, otro equipo inmerso en la lucha europea.
El que ha quedado absolutamente estancado es el Villarreal. Sufrió en Palma su cuarta derrota consecutiva (4-2) y perdió la opción de volver, al menos provisionalmente, a la zona del torneo continental.
Todo lo contrario que el Mallorca del mexicano Javier Aguirre, absolutamente pletórico en su feudo, en el que ha ganado sus cinco últimos partidos, incluidos los duelos ante Atlético de Madrid y Real Madrid, y ya está igualado a 31 puntos con el Villarreal.
El Mallorca, habituado a ganar por 1-0, se desmelenó ante un Villarreal que acabó claudicando tras igualar en dos ocasiones los goles del conjunto balear y que pagó muy caros sus propios errores.
En un minuto se le puso el partido cuesta arriba al cuadro de Quique Setién. Encajó el primer tanto tras un fallo de Pepe Reina al intentar combinar con Raúl Albiol que aprovecharon el kosovar Vedat Muriqi y el zimbabuense Tino Kadewere y perdió a Manu Trigueros justo después con roja directa por propinar un golpe en la cara a Dani Rodríguez.
Aún así tuvo arrestos para empatar por medio de José Luis Morales (m.43) y no hundirse después de que Dani Rodríguez enviase el partido con 2-1 al descanso, porque el nigeriano Samu Chukwueze (m.50), con un toque sutil, elevó el 2-2 al electrónico en un choque vibrante y atractivo.
En cambio, otro error, en la marca a la salida de un córner, acabó por desequilibrar definitivamente la balanza. Dani Rodríguez (m.56) anotó su segundo tanto de cabeza y el Mallorca ya no dio más opción.
Poco después Muriqi (m.63) acabó con su sequía (no marcaba en liga desde antes del Mundial) y con el partido para certificar una nueva fiesta en Son Moix y acumular otra decepción en el ‘submarino amarillo’.