Barcelona y Manchester United firmaron un espectacular encuentro en la ida de los dieciseisavos de final de la Europa League, que finalizó en empate con marcador de 2-2 y dejó todo aplazado para la vuelta, dentro de una semana en Old Trafford.
Fue un partido intenso, con los cuatro goles anotados en el segundo tiempo, y con dos malas noticias para los azulgranas, que no contarán para la vuelta ni con Pedri, lesionado, ni con Gavi, sancionado por acumulación de amarillas.
Ni Christensen ni Balde jugaron de salida. Confió la banda derecha Xavi a Araujo, tal vez esperando por esa zona a Rashford, y sorprendió con la entrada de Marcos Alonso y Jordi Alba. De todos modos, al Barcelona le costó coger el hilo del partido frente a un rival energético, que presionó la salida del balón y demostró su gran momento de juego.
Y es que los azulgranas no sacaban jugado el balón desde atrás, donde Koundé tenía problemas para iniciar la construcción, de Jong estaba muy tapado y la única solución pasaba por saltarse líneas de pase con un agujero evidente en la zaga del United: el lateral diestro.
Allí atacaba Jordi Alba a Wan-Bissaka, que perdía constantemente la posición y cerraba demasiado hacia al centro, con lo que su banda se convertía en una autopista.
Así llegó la primera aproximación de los azulgranas, en una acción de Alba, que dejó pasar Gavi y un remate de Lewandowski que no sorprendió a De Gea.
La siguiente acción fue una falta lanzada por Marcos Alonso al minuto 13 en un lanzamiento por encima del travesaño. El ritmo del partido era frenético, el United se alimentaba de la energía de Fred y Casemiro, vivía del vértigo de Rashford y de algún desequilibrio de Jadon Sancho.
Pero la siguiente aproximación también fue una llegada de Pedri en el 18. El United, poco a poco, se fue haciendo con el control del partido, aprovechaba cada error, cada duda del Barcelona para poner la meta de Ter Stegen en la diana y empezaron a llegar las ocasiones.
De Jong intervino para desviar un remate de Sancho (27) y un minuto después, Weghorst tuvo la ocasión más clara del primer tiempo, pero Ter Stegen estuvo espléndido en el uno contra uno y salvó a su equipo, no solo en esta ocasión, sino en otra con Rashford como protagonista a la media hora.
La mala noticia del primer tiempo fue la lesión de Pedri, sustituido en el minuto 40 por Sergi Roberto; la buena es que aguantó de igual a igual al United en un primer tiempo con un ritmo de juego trepidante.
Y todo lo apuntado en el primer tiempo se amplificó en los primeros minutos del segundo, con tres goles en los primeros quince minutos y un cuarto en el 76.
Había apuntado Raphinha (min. 47) con un remate desde lejos y el brasileño sirvió un córner en el 50 que permitió el 1-0 de Marcos Alonso.
Pero incomprensiblemente después de adelantarse en el marcado, el Barcelona se desinfló. Entró en juego Rashford, habilitado por Fred y batió en el palo corto a Ter Stegen poniendo el momentáneo 1-1.
Nueve minutos después, Rashford volvió a intervenir tras un saque de esquina y Koundé desvió en propia puerta para el 1-2 al minuto 59. La respuesta al descontrol de su equipo fueron tres cambios por parte de Xavi, que puso en juego a Ansu, Balde y Christensen, buscando un equilibrio que hasta entonces era muy frágil.
Y reaccionó su equipo. Se aproximó el 2-2 en un remate de Lewandowski y acertó Raphinha en el 76 que, en un disparo lejano, sorprendió a De Gea después de una gran recuperación en campo contrario.
En el último cuarto de hora, el partido fue de ida y vuelta, parecía una final y no la ida de una eliminatoria. Reclamaron los azulgranas una mano de Fred (min. 86), el balón dio en el palo en el 87, Ansu obligó a De Gea a realizar una gran intervención, Balde remató fuera (min.90) y Ansu junto al palo (min. 93). Todo se decidirá en Old Trafford