Sergiy Stakhovsky venció a Roger Federer en la segunda ronda de Wimbledon 2013. La victoria más importante de su carrera, pero no la mayor batalla que el tenista ucraniano tendrá que lidiar. Se retiró después del pasado Abierto de Australia, pero ahora luchará por su país: «Sé usar un arma, si tengo que utilizarla, lo haré».
A sus 36 años, Stakhovsky es otra de las voces ucranianas del mundo del tenis que ha alzado su voz en los últimos días. Mientras Elina Svitolina, una de las mejores del mundo, se retiró de Monterrey por tocarle jugar contra una tenista rusa, Stakhovsky ha dado un paso más.
Se ha alistado en el ejército y no a un precio barato. Ha dejado a su mujer, Anfisa, y a sus hijos en su casa de Hungría. «Ha sido una decisión horrible», le dijo a la BBC. «Aún no sé no cómo lo he hecho. Está siendo muy difícil para mi mujer. Mis hijos ni siquiera saben que estoy aquí. No entienden qué es esto de la guerra. Son demasiado pequeños para saberlo».
Por las palabras del ucraniano, que llegó a ser el número 31 del mundo en 2010, se desprende que su mujer le ha dicho a los pequeños que su padre se ha ido a disputar un torneo de tenis.
Pero la raqueta queda muy lejos de las manos de Stakhovsky, que ahora empuñará un rifle.
«Espero que no tener que recurrir al arma, pero sé disparar y si tengo que hacerlo, lo haré», explicó el único tenista capaz de eliminar a Federer antes de los cuartos de final de Wimbledon desde 2002.
Stakhovsky ha dejado todo para defender a su país y ya se encuentra en Kiev, ciudad a la que se ha dirigido para sumarse a las tropas de defensa y desde donde comparte información de cómo están las cosas.
Lo último que ha publicado en su cuenta oficial de Instagram es una fotografía de un edificio bombardeado por el ejército ucraniano con un mensaje contundente: «Putin, bailaremos sobre tu tumba».