La suspensión de la liga ucraniana de fútbol, el traslado de la Copa Davis a Turquía, el deseo de salir del país de los deportistas extranjeros que juegan en los clubes locales y, en sentido inverso, la incertidumbre sobre cómo regresarán a casa los que competían fuera, caso de la selección masculina de baloncesto que está en Córdoba, son los primeros efectos en el deporte de la guerra de Ucrania.
Los organismos deportivos internacionales estudian cómo hacer frente a las consecuencias del conflicto abierto por Rusia, país encargado de organizar, entre otras citas, la próxima final de la Liga de Campeones en San Petersburgo.
Desde la primera institución deportiva mundial, el Comité Olímpico Internacional (COI), que considera los ataques una violación de la tregua olímpica en vigor por los Juegos de Pekín, hasta el capitán de la selección de fútbol ucraniana, Oleksandr Zinchenko, que ha deseado a Vladimir Putin «la más dolorosa de las muertes», las reacciones de condena se han sucedido en la comunidad deportiva.
El COI recordó que la tregua olímpica, firmada por unanimidad por todos los estados miembros de Naciones Unidas con motivo de Pekín 2022, se extiende hasta el final de los Juegos Paralímpicos, el 13 de marzo, por lo que condenó «enérgicamente» su «incumplimiento por parte del gobierno ruso».
El organismo ha creado un grupo de trabajo «para seguir de cerca la situación y coordinar la asistencia humanitaria a los miembros de la comunidad olímpica en Ucrania cuando sea posible».
El Comité Olímpico Ucraniano, que preside el expertiguista Sergey Bubka, dio voz en sus redes sociales a varios deportistas para hacer llamadas a la paz.
«¡Ucrania es mi patria! Todos estamos unidos en querer vivir felizmente y en paz en nuestro país. Nadie tiene derecho a privarnos de nuestros hogares, nuestros sueños, nuestras vidas… ¡No a la guerra!», clamó la atleta Anna Ryzhykova, bronce olímpico en 2012 en el relevo 4×400.
Pero el primer efecto que notarán los aficionados será la suspensión de la primera división ucraniana de fútbol, principal competición de clubes del país, al imponerse la ley marcial.
El torneo se iba a reanudar este viernes tras el parón invernal con el encuentro entre el Minaj y el Zorya Luhansk, mientras que los dos grandes clubes que luchan por el título, el Shakhtar Donetsk y el Dinamo Kiev tenían que jugar el sábado ante el Metalist 1925 Kharkiv y el Inhulets, respectivamente.
Lejos de casa, en el Manchester City, juega Oleksandr Zinchenko, que además de desear lo peor al presidente ruso interpeló a todos los ciudadanos del país atacante: «Rusos, ¿está bien despertarse en la Alemania fascista? Todo ruso que no exprese su opinión sobre este tema será considerado un enemigo para siempre».
La FIFA centra sus preocupaciones en la repesca europea de clasificación para el Mundial de Catar 2022. Polonia debe visitar Rusia el próximo 24 de marzo en la semifinal de la ruta B. Ucrania tiene que visitar a Escocia en la ruta A.
La UEFA, por su parte, mantendrá este viernes una reunión extraordinaria de su Comité Ejecutivo para evaluar la situación, con la mente puesta en la final de la Liga de Campeones del 28 de mayo.
Si se acuerda cambiar la sede, sería la tercera edición consecutiva en ser reubicada. En las dos anteriores fue por culpa de la pandemia.
También está aplazado el encuentro de la fase de clasificación para el Mundial de baloncesto 2023 que tenían que disputar Ucrania y España el próximo sábado.
La selección que dirige Ainar Bagatskis se encuentra en Córdoba para jugar esta misma noche y ante el inicio de la invasión se declaró «sin ánimos» y suspendió el habitual entrenamiento matinal del día de partido.
Aunque la Euroliga anunció que seguiría con el calendario previsto mientras no hubiera riesgo para los participantes, el Barça decidió no viajar hoy a San Petersburgo para medirse este viernes al Zenit.
«Esta tarde están previstas varias reuniones con las partes implicadas y se tomará una decisión al respecto en las próximas horas», dijo el club, que también debía medirse el domingo en Moscú al CSKA.
Disputan esa competición tres clubes de la región afectada: Zenit San Petersburgo, CSKA Moscú y Unics Kazan
Igualmente ha sido sacada fuera de territorio ucraniano la eliminatoria Ucrania-Barbados del grupo I de Copa Davis, que debía disputarse los días 4 y 5 de marzo. Se jugará en la localidad turca de Antalya.
La Federación Europa de Balonmano (EHF) ya tomó medidas sobre partidos de competiciones continentales ante el cariz que había tomado el conflicto. El organismo aseguró que no veía «actualmente ninguna opción de poder jugar partidos en Ucrania».
Así, el encuentro entre el Motor ucraniano y el Barça, de la decimotercera jornada de la Liga de Campeones previsto para el 3 de marzo en Zaporozhye, se trasladó a la ciudad eslovaca de Presov.
Además, el encuentro entre el propio HC Motor y el París Saint Germain, que se tenía que haber jugado el pasado 17, también se trasladó a Presov el 1 de marzo.
Tampoco se disputará en territorio ucraniano el encuentro de la fase de clasificación para el Europeo femenino de este año que debía enfrentar el 2 de marzo en Zaporozhye a las selecciones de Ucrania y la República Checa. Se jugará el 4 de marzo en la ciudad checa de Olomuc.
Igualmente la EHF se hará cargo de la organización de los encuentros de la primera ronda de la fase de clasificación para el Mundial masculino de Polonia y Suecia 2023 que enfrentará a mediados del próximo mes de marzo a las selecciones de Ucrania y Finlandia.
Los deportistas extranjeros que juegan en clubes ucranianos intentan a toda costa salir del país por sus propios medios o están a la espera de ayuda de sus embajdas.
El español Lluís Cortés, entrenador de la selección ucraniana de fútbol femenino y extécnico del FC Barcelona femenino, y el preparador físico Jordi Escura se dirigen por carretera a Lviv, al oeste del país, para cruzar la frontera con Polonia.
«La situación es caótica porque hay mucho tráfico y avanzamos muy lentamente, pero estamos bien y en contacto con la embajada española», dijeron.
Los jugadores brasileños que militan en el Dinamo Kiev y el Shakhtar Donetsk han pedido públicamente, junto a sus familias, ayuda para salir de Ucrania. tras el inicio del conflicto bélico con Rusia.
«La situación es muy grave para todos nuestros amigos y familiares. Estamos atrapados en Kiev y esperando una solución. Estamos dentro de en un hotel. Recen por nosotros», dijo Junior Moraes, jugador del Shakhtar.
Otro ejemplo es el del paraguayo José Ariel López, atrapado en Odesa, que cerró su espacio aéreo a raíz de la acción militar emprendida por Rusia. El jugador llegó allí el 5 de febrero para sumarse al club Real Pharma, de la segunda división local.
En España juegan varios futbolistas ucranianos que recibieron durante la jornada el apoyo incondicional de sus compañeros.
El Real Madrid transmitió a su guardameta Andriy Lunin todo su cariño y se puso a su disposición para todo lo que necesiten él y su familia en Ucrania en estos momentos.
Lo mismo ocurrió con Roman Zozulya, jugador del Fuenlabrada, o con Orest Lebedenko, del Lugo.
El ataque de Rusia también puso ante los focos el caso de Yaroslav Rakitskyy, único ucraniano entre los 25 jugadores inscritos en la UEFA por el Zenit de San Petersburgo ruso que hoy se enfrenta al Betis en el Benito Villamarín en la vuelta de los diecisesisavos de final de la Liga Europa.