Cristiano Ronaldo se convirtió en el máximo goleador de la historia de la Eurocopa con un doblete que certificó un sufrido triunfo de Portugal por 0-3 ante una aguerrida Hungría, que plantó cara hasta los minutos finales.
Los tres goles de Portugal son importantes en el Grupo F, bautizado como el de la ‘muerte’, porque también lo integran el actual campeón del mundo, Francia, y la siempre competitiva Alemania.
Hungría, jaleada por los 67.000 aficionados del Puskas Arena, trató de apretar desde el inicio a Portugal con una presión adelantada. Los lusos respondieron controlando el balón y mandando desde el inicio.
Los de Fernando Santos mostraron más criterio y eso se tradujo en oportunidades. Diogo Jota, muy activo aunque poco afortunado, remató con potencia desde fuera del área en el minuto 4 y Peter Gulacsi hizo su primera gran parada.
A la calidad de los portugueses los húngaros contrapusieron una aguerrida presión y la voluntad de salir al contragolpe, pero cuando recuperaban el balón no sabían qué hacer con él y apenas crearon peligro.
Cristiano Ronaldo cerró con un doblete la victoria de Portugal sobre Hungría (0-3), que le permite convertirse en el máximo goleador en solitario de las fases finales de la Eurocopa e igualar en la tabla de artilleros de la presente edición con el checo Patrick Schick y el belga Romelu Lukaku.
Alemania decepciona
Siempre en el grupo de la «muerte», un gol en propia puerta de Mats Hummels, en el minuto 20, le dio la victoria a Francia por 1-0 ante Alemania en un partido en que los dos equipos hicieron un gran despliegue táctico y físico con superioridad de los franceses en lo referente a llegadas a puerta
Hummels marcó en propia puerta cuando trataba de desviar un centro lanzado por Lucas Hernández desde la izquierda del área que buscaba a Kyllian Mbappé.
Sin embargo, buena parte del daño para la defensa alemana se había causado antes, con un pase diagonal de Paul Pogba que dejó a Lucas Hernandez bastante libre dentro del área.
La jugada era muestra de la receta básica ofensiva de Francia, la vigente campeona mundial, con cambios de frente buscando espacios vacíos que dejara la línea de cinco con que se defendía Alemania, que había empezado teniendo bastante posesión de pelota aunque con muchas dificultades para llegar a puerta.
Francia, en cambio, cuando empezó a llevar la iniciativa, empezó a llegar con cierta peligrosidad. Antes del gol hubo dos situaciones peligrosas, un cabezazo de Pogba tras un saque de esquina en el 15 y un remate de Mbappé en el 17 que Manuel Neuer tuvo que desviar a córner.
Alemania tuvo su peor partido al realizar solo un tiro a puerta, su peor cifra en un partido de Eurocopa desde la final contra España en 2008.