José Meléndez, considerado el máximo marchista de Puerto Rico y quien aspiraba a competir en Tokio 2020, ha cambiado las zapatillas por el machete y las botas para dedicarse a la agricultura en su natal Barranquitas, en el centro de la isla.
El cambio se debió a varias razones, una de ellas el nacimiento de su hijo, Liam, que ahora tiene ocho meses.
«Nos estamos dedicando a la agricultura, porque tengo un hijo que mantener, y porque el deporte no me daba para mantenerme y necesitaba un apoyo económico», indicó Meléndez a EFE este viernes en la Finca Agrícola Luis Meléndez, propiedad de su padre, del mismo nombre.
«Mi papá él fue el que me enseñó el amor por la tierra y lo que nos puede dar la tierra. Mis hermanos y yo somos los que somos por la agricultura», afirmó.
En la finca se cultivan plátano, calabaza, papaya, ají, yautía y limón, y se venden al detal y a restaurantes.
DESEA REGRESAR AL ATLETISMO
«Nos movimos a la agricultura porque en algún momento puedo retomar el atletismo», aseguró Meléndez, de 26 años y poseedor del récord en Puerto Rico en los 20 kilómetros marcha con un tiempo de 1:24.08 que logró en una competencia en Australia.
«Quise mejorar mi tiempo para la pandemia, pero las competencias fueron canceladas. Luego vino el bebé, ser papá y hombre de familia», reflexionó.
Meléndez empezó en el atletismo a sus 10 años en la Escuela Federico Degetau, en Barranquitas.
Allí, el entrenador Ramón Nieves, de quien Meléndez dijo que ha descubierto entre 30 y 40 atletas «talentosos», quiso un día poner a marchar a un grupo de niños «para ver qué talento podía ver y vio que lo hacía bien».
«Me destaqué y logré viajar a competir por primera vez a mis 15 años. Si lo que me resulta es la marcha, ahí voy a estar», dijo el también tres veces campeón de las Justas de la Liga Atlética Interuniversitaria de Puerto Rico.
LA DISCIPLINA ES TAMBIÉN CLAVE EN LA AGRICULTURA
El deportista, a su vez, comparó la agricultura con el deporte, con la vida y la necesidad de «tener disciplina».
«Si no tienes eso, no vas a llegar a nada. Lo que tengo en el deporte, me lo enseñó la disciplina», afirmó Meléndez, quien se ha propuesto también sembrar árboles de cacao y abrir un restaurante en Cidra, otro municipio en la zona montañosa de la isla y cercano a Barranquitas.
Por ello, el objetivo profesional de Meléndez es claro: «llegar a ser uno de los mejores agricultores, como fui uno de los mejores deportistas de Puerto Rico».
«En la agricultura pienso estar toda la vida y seguiremos haciéndolo hasta que las piernas me den y Dios quiera», aseguró.
SU SUEÑO DE IR A UNOS JUEGOS OLÍMPICOS
Y aunque actualmente Meléndez se dedica de lleno a la agricultura, también desea entrenarse para el próximo ciclo olímpico y lograr uno de sus sueños: representar a Puerto Rico en unos Juegos Olímpicos.
«Mis planes ahora mismo son hacer un poco de dinero y que esté bien para retomar un ciclo completo de entrenamiento, que sería un ciclo olímpico. Ese es mi reto al momento. Si no es este ciclo, el próximo y lo intentaremos», afirmó.
Según dijo Meléndez, la edad pico de un marchista es entre los 28 y 32 años, por lo que tendrá el tiempo para volver a sus entrenamientos, hacer las marcas mínimas y clasificarse a los Juegos Olímpicos de París 2024.