Jorge “Mágico” González viajó el pasado viernes con destino a Houston, Texas, donde el sábado se juntaría con otros futbolistas salvadoreños ya retirados para sostener un encuentro amistoso entre su equipo, los Pachines, y un combinado de la zona.
El encuentro de por sí ya pintaba atractivo con la sola presencia del Mágico, sumado a que los asistentes podrían verlo en acción junto a otros históricos de la Selecta, muy recordados, como Cheyo Quintanilla, Arturo Álvarez, Dennis Alas, Christian Castillo y Rudis Corrales.
Pero tan impredecible como siempre, el exfutbolista sorprendió a todos sacándose un nuevo truco de la chistera, al dedicar el último de los tres goles que anotó en el partido a su amigo Diego Armando Maradona, quien falleció el pasado 25 de noviembre.
Mágico se sacó la camisa amarilla de Cádiz quedándose con la del Barcelona, en memoria del astro argentino, que portó el dorsal “10”. Luego, también se sacó la azulgrana para ofrendarla y también paralizó el partido pidiendo un minuto de silencio, cuando faltaban 10’ de juego.