El Gran Premio de Baréin, el antepenúltimo del Mundial de Fórmula Uno, que se disputa este domingo en el circuito de Sakhir, quedó parado con bandera roja, nada más darse la salida, a causa de un brutal accidente sufrido por el francés Romain Grosjean (Haas).
Grosjean accidentó de forma escalofriante su monoplaza, que se estrelló contra la barrera, se incendió, se partió al medio y explotó, pero de milagro el piloto salió bien librado al no sufrir daños mayores, salvo quemaduras en manos y tobillos.
Durante unos instantes se llegó a temer lo peor en Sakhir, ya que la realización de televisión no ofrecía la repetición del accidente, del que en directo se había apreciado que el coche de Grosjean estaba envuelto en llamas.
Más adelante se vieron las imágenes del galo, consciente y sin aparentes problemas, en el coche médico. Con lo cuál se recuperó cierta calma en el circuito de Sakhir.
No obstante, el visionado de la evacuación del francés, que durante unos segundos estuvo ardiendo dentro del ‘cockpit’ de un coche partido literalmente en dos, fue igualmente escalofriante.
Finalmente, al cabo de unas horas la carrera fue reanudada tras retirar de pista los restos del Haas de Grosjean y reparar la valla de seguridad contra la que éste se había estrellado.