La Premier League de Israel se reanudó el pasado sábado el 30 de mayo, pero con fuertes restricciones, como prohibir la entrada de los aficionados a los estadios para combatir la propagación del coronavirus, pero de nada sirvió a las autoridades al no poder frenar la euforia de los hinchas anoche, tras disputarse el clásico entre el Hapoel Tel Aviv y el Beitar Jerusalén, con miles de ellos festejando la victoria de 3-0 de los Trabajadores afuera del estadio, sin ningún distanciamiento físico.
El Hapoel, club considerado de izquierdas, goleó a su rival que simpatiza con la extrema derecha, lo cual volvió locos a los hinchas que se congregaron afuera del estadio Bloomfield para festejar el triunfo con los jugadores, separados por una valla.
«Queremos estar aquí, ¿por qué podemos ir a la playa pero no estar aquí?», cuestionó un aficionado en la emisora pública Kan, según cita el medio “The Times of Israel”.
El Ministerio de Salud y las Ligas de Fútbol Profesional de Israel (IPFL) reaccionaron con enojo este miércoles tras lo sucedido, por lo que incluso podrían sancionar al Hapoel, debido a que los jugadores “cooperaron” con la reunión ilegal, de acuerdo al medio.
El temor de las autoridades que la acción se repita hoy en el partido entre los dos clubes mejor posicionados, el Maccabi Tel Aviv y el Maccabi Haifa, que también se celebrará en el estadio Bloomfield, el mismo escenario en el que dos aficionados contrajeron el virus en febrero, lo que provocó la suspensión de todos los partidos durante tres meses.
Según el medio, si bien la curva del virus en Israel ha desacelerado, la semana pasada generó un nuevo brote con un promedio de 100 nuevos casos diarios, mientras que en las semanas anteriores no superaba los 50.