sábado 19 de octubre del 2024

Polémica en el fútbol ruso al reanudar con equipo que reporta seis positivos a COVID-19

por Redacción


Al estar en cuarentena todo el plantel mayor, el Rostov tuvo que acudir a juveniles y fueron goleados 10-1.

La liga rusa de fútbol arrancó con polémica este viernes, al tener como protagonista a un equipo que registra seis casos positivos a COVID-19, por lo que pedía aplazar el juego, pero el rival no lo permitió, y además la reanudación se dio con presencia de aficionados.

Después de tres meses de pausa por el coronavirus, la Liga Premier de Rusia volvió con una contundente victoria del colista, el Akhmat, en el estadio del penúltimo clasificado, el Krilia Sovétov (2-4).

El equipo local contaba con el apoyo de la hinchada, ya que la Unión de Fútbol de Rusia permitía un 10 % de aforo, por lo que más de 4.200 hinchas acudieron al Samara Arena (42.000 asientos) a animar a su equipo.

Pero la principal polémica no fue el ingreso de aficionados, sino que en el segundo duelo de la jornada el Rostov pedía aplazar el partido contra el Sochi debido a que reporta seis positivos a coronavirus, por lo que todo el plantel incluyendo su técnico Valeri Karpin, fue enviado a cuarentena; sin embargo, el rival no quiso posponer el encuentro, por lo que tuvo que colocar a juveniles para sacar a delante el duelo.

Al final los chicos, con media de edad de 17 años, fueron masacrados 10-1 por el Sochi, que no quiso aplazar por hacerse de los tres puntos, una estrategia que muchos han catalogado de «sucia» y totalmente en contra de lo que promulga el «Fair Play».

Para no sufrir una derrota técnica, el Rostov, cuarto clasificado, tuvo que recurrir al filial y a varios jugadores juveniles para enfrentarse a un equipo que cuenta en sus filas con futbolistas contrastados como Alexandr Kokorin.

No obstante, los chicos pudieron irse con una buena sensación, pues el portero Denis Popov pudo taparle un penal al experimentado delantero Zabolotniy con solo 17 años, al minuto 26.