El Salvador
sábado 11 de enero de 2025

Ciclista salvadoreña Evelyn García pide que le permitan volver junto a sus hijas

por Astrid Mejía


Las mellizas de seis años preguntan si le ha pasado algo a su madre varada en Colombia, pero para las autoridades su caso “no es prioritario”.

Desde mediados de febrero pasado, la ciclista salvadoreña con más participaciones en los Juegos Olímpicos, Evelyn García, se encuentra varada en Colombia, cuando viajó a una base de entrenamientos para prepararse de cara a los Juegos Centroamericanos Santa Tecla 2021, sin imaginar lo que vendría posteriormente con la pandemia.

La atleta viajó a Medellín el 17 de febrero, programando su retorno para España el 23 de abril, pero ya ha pasado más de un mes y medio y no ha pudo salir debido a las medidas sanitarias, por lo que ha pedido a las autoridades españolas que la ayuden a regresar junto a dos hijas mellizas de seis años y a su esposo Carlos Vega Muñoz.

Fue precisamente su pareja quien ha gestionado el regreso de Evelyn al país en el que la familia reside, pero las autoridades le han respondido que su caso “no es prioritario”.

“Les suplico que tomen atención a un par de niñas que necesitan ya a su madre, que se fue a representar a su país y se ha visto en esta situación”, dice Vega a las autoridades, médico salvadoreño que trabaja en Urgencias en el Hospital San Agustín de Linares, en Andalucía, según declaraciones recogidas por el medio español Diario Jaén. “Les suplicaría que pusieran el ojo en detalle a este tipo de solicitudes y a las necesidades de salud física y mental”, añade.

El médico ha solicitado el regreso de su esposa a la Embajada de España en Colombia y le han respondido que tiene derecho, pero la prioridad son los ciudadanos españoles y los colombianos residentes en España.

“Ella es residente también. Las niñas entienden ya con 6 años qué pasa. Aunque están acostumbradas a los viajes de su madre, nunca más de dos meses, ahora están mentalmente al límite. Preguntan si le ha pasado algo y cada vez que hablan por teléfono son unas Magdalenas llorando”, dice Vega.