El regreso de la Bundesliga alemana ha generado un mar de reacciones, entre positivas para muchos hambrientos de fútbol y negativas para otros debido a la exposición a la que son sometidos los jugadores y a nadie parece importarle que sean el blanco de contagio en la pandemia del COVID-19 que tiene “paralizadas” muchas otras actividades.
Uno de los partidos que más llamaba la atención en la jornada 26 de la Bundesliga, que se disputará en tres días (16, 17 y 18 de mayo) era el que disputarían hoy el líder Bayern de Múnich de visita ante el Unión Berlín y aunque el ritmo de juego fue lento y no hubo demasiadas chances de gol, el polaco Robert Lewandowski se encargó de ponerle un poco más pimienta a las críticas.
Al minuto 40, el delantero logró abrir el marcador desde la vía penal, alcanzando los 40 goles en la temporada, contando todas las competiciones. Pero su festejo llamó mucho la atención al evitar tener mayor contacto con sus compañeros, limitándose a chocar los codos.
Esa celebración fue aplaudida por muchos por no romper el protocolo sanitario, pero otros lo han catalogado de “antifútbol”, pues neutraliza todas las emociones que saca el fútbol, con un contacto sobrio que al parecer pasará a reemplazar los abrazos en la pandemia.