Luego que las autoridades dieran por concluido el torneo Clausura 2020 de la Liga Nacional de Guatemala el pasado 19 de mayo, tres jugadores salvadoreños que militan en el fútbol chapín decidieron retornar al país la semana pasada, por lo que fueron sometidos a cuarentena en un centro de contención de Apaneca, Ahuachapán.
Los jugadores son el delantero del Xelajú, Tony Rugamas, quien retornó el pasado martes, pero ingresó al país hasta el jueves; y los jugadores del Deportivo Malacateco, Henry Hernández y Edgardo Mira, quienes fueron trasladados sin ningún inconveniente al centro de contención el pasado viernes.
Tony Rugamas, ex de equipos como FAS, Águila y Metapán, fue el único que tuvo problemas para ingresar en la frontera de Las Chinamas debido a que por las medidas impuestas a raíz de la pandemia, su novia de origen colombiano, Lised Posada, no pudo renovar el carné de residente estando fuera del país, por lo que la pareja tuvo que pasar dos noches durmiendo en el auto y el piso, aunque finalmente las autoridades migratorias les ayudaron.
A todos les realizaron las respectivas pruebas de COVID-19 el pasado lunes 25 de mayo, por lo que están a la espera de los resultados, que según Rugamas, se los podrían dar esta semana.
Ninguno dice presentar síntomas de la enfermedad, por lo que, de salir negativos en los test, dentro de 15 serían trasladados a sus casas para pasar la cuarentena con sus familias.
En cuanto a las condiciones del centro de contención, Rugamas no tiene ninguna queja, pues asegura que están bien atendidos, mientas que Hernández detalla que les realizan tres chequeos diarios, por la mañana, tarde y noche, y tomas de temperatura.
Los tres jugadores, que han sido llamados a la Selecta por el técnico mexicano Carlos de los Cobos, esperan pronto poder regresar a sus casas.