Quique Setién, entrenador del FC Barcelona, actual líder de LaLiga Santander, ha manifestado este viernes que es «una incógnita» cómo puede influir en los equipos el parón forzoso por la pandemia del coronavirus, una vez que se reanude la competición dentro de dos semanas.
El técnico cántabro ha ofrecido una videoconferencia para el Comité y la Escuela de Entrenadores de la Federación Interinsular de Fútbol de Las Palmas, en la que durante casi 80 minutos ha respondido a preguntas y ha analizado la actualidad, además de repasar sus diferentes etapas hasta llegar al conjunto azulgrana.
Setién reconoce que tiene «bastantes dudas» sobre lo que ocurrirá cuando LaLiga Santander se reanude porque habrá que jugar «muchos partidos en poco tiempo», en los que pueden aparecer las lesiones, y tampoco olvida que el calor «va a afectar al rendimiento» de los futbolistas.
En cualquier caso, espera que la vuelta a la competición sea «menos dañina» de lo que se puede presagiar ahora, después de estar «dos meses sentados en el sofá».
«En las pretemporadas estás acostumbrado a jugar a los seis o siete días de volver de las vacaciones, y esto va a ser casi igual pero con partidos oficiales en los que la tensión y el estrés harán aparición, porque en once jornadas te estarás jugando el título de Liga, meterte en Europa o descender», ha explicado.
El preparador cántabro ha insistido en que no sabe «de qué manera» va a repercutir en los equipos esta situación extraordinaria, «como lo que ha pasado con esta pandemia, con muchas cosas que todavía desconocemos».
Setién ha destacado que a los futbolistas les gusta más «competir que entrenar», y que por eso «no necesitan motivación» ante lo que les espera, y cree que este paréntesis de casi tres meses que habrá registrado LaLiga Santander habrá servido a muchos equipos «para descansar mentalmente y eliminar el estrés, porque todo el mundo estará fresco».
El preparador culé cree que a medida que avancen las jornadas irán adquiriendo «ese punto competitivo y de intensidad» que ahora mismo no tienen los equipos, «porque en ese sentido todos estamos igual, con falta de ritmo, nadie saca ventaja».
En el caso del Barcelona, el técnico santanderino ha destacado el hambre con el que han llegado todos los jugadores, «algo que se ve en cada entrenamiento», con el único inconveniente de la lesión del francés Umtiti en los primeros días. «Los demás están trabajando todos muy bien, con mucha intensidad», remarca.
Ahora bien, hubiera preferido tener «más tiempo» para trabajar en grupo con los jugadores, para lo que solo dispondrán de las dos próximas semanas. «Ni siquiera hemos podido meternos en una sala con los jugadores a ver vídeos», ha lamentado.
«A todos los equipos esta situación les va a dar un nuevo impulso, porque aunque la clasificación puede afectar, ahora todos empiezan de cero, están limpios, saben que en once partidos tienen la posibilidad de conseguir una meta que hace unos meses no veían clara. Poco se va a parecer los equipos a cómo terminaron en marzo», ha relatado en otro momento de su intervención.
En cuanto a la posibilidad de realizar cinco sustituciones, tiene claro que perjudicará a equipos como el suyo, acostumbrados a dominar y resolver los partidos el tramo final por el cansancio del contrario.
«Si a un rival le das opción a meter gente fresca en los minutos finales, esa debilidad que se genera al final no se va a producir, pero al mismo tiempo también te puede dar más recursos a la hora de plantear cosas diferentes. No sabemos cómo va a resultar esto, es otra incógnita», ha dicho.