La capitana de Alianza Women, Priscila Ortiz, se ganó el respeto de muchos y no precisamente por el temple que acostumbra a mostrar como zaguera del equipo y con la camisola de la Selecta, sino tras colgar un vídeo esta tarde en el que levanta piedras de hasta unas 60 libras, con lo que arrancó los aplausos de los aficionados en las redes sociales.
Pero detrás de esa piedra hay una gran historia que la solidifica como una persona aguerrida y trabajadora, al aventurarse en la construcción durante la cuarentena obligatoria para ayudar a su tía, a quien llama mama Betty, al ser quien la crió en Atiquizaya, Ahuachapán.
“Ahorita estamos limpiando y sacando todas las piedras y tejas que tenía bajo un gran bordo de tierra. Estamos preparando la zanja para hacer el cimiento de un muro para que no se lave la tierra cuando llueva”, explica la jugadora.
Y será arduo el trabajo para llegar a las cuatro hiladas de ladrillos, por lo que tiene que trabajar a sol junto a sus primos José y William, de 8:00 de la mañana a 4:30 de la tarde, teniendo como recompensa tal vez solo el plato de comida, pero asegura que la sensación de poder ayudar a su familia es más gratificante.
“Un primo tuvo la idea y con otro primo decidimos trabajar en esto ya que estamos en cuarentena. Estamos trabajando los tres, pero estamos acostumbrados a trabajos así”, manifestó, confesando que además ha ayudado a su abuelo Raúl Arana en los campos de Atiquizaya con la agricultura.
“Hemos trabajado en el campo también con mi abuelo y trabajar allá con siembra es pesado. Estas piedras pesan casi 60 libras, pero los sacos de maíz y frijol pesan más, unos 30 o 40 kilos”, aseguró.
Derribando muros mentales y construyendo otros para evitar que las lluvias hagas sus estragos, Priscila le entra sin complejos a cualquier trabajo digno, cimentando una imagen distinta al “ideal” de un futbolista preocupado únicamente por sus seguidores en Instagram.