El hondureño Ramón “Primitivo” Maradiaga, quien dirigió a la Selecta casi un año, del 23 de septiembre de 2015 al 8 de septiembre de 2016, está a 10 días de cumplir con el castigo de dos años inhabilitado del fútbol que le impuso la Comisión de Ética de la FIFA en mayo de 2018, al encontrarlo culpable de “corrupción” tras no cumplir con la obligación de denunciar un posible amaño dentro de la selección salvadoreña.
Al estar a las puertas de quedar habilitado para dirigir de nuevo, el técnico se sinceró sobre esa etapa gris que vivió en El Salvador, una experiencia que le quedó “como el fierro que le ponen al ganado, bien marcado para no volver a incurrir en esos mismos pasos”, según declaraciones dadas al local diario Diez.
Para el Primi fue un año desastroso no solo por la sanción recibida, sino que además se adjudicó el récord nacional de 13 juegos sin ganar, el peor en la historia de la Selecta, y lo que vino en los años posteriores al castigo sufrido en 2018 fue peor pues asegura que nadie en Honduras le echó la mano.
Al no tener trabajo, algunos amigos en Estados Unidos le regalaron dinero para un juego de leyendas, según cuenta. “Son contados con los dedos de la mano los que me han apoyado y eso es más que suficiente”, manifestó.
Sobre las posibilidades de volver a entrenar tras completar el castigo que le impuso FIFA, esto dijo el ex DT de la Selecta: “Lo que sucede en Honduras es antes de firmar eres el técnico ideal, pero después de tres partidos uno huele a muerto, y después de lo que me pasó en El Salvador no es ir a aventase, hay que saber dar pasos y lo que viví en El Salvador me quedó como el fierro que le ponen al ganado, bien marcado para no volver a incurrir en esos mismos pasos”.
El Primi aún tiene pendiente cancelar una multa de 20,000 francos suizos a la FIFA, equivalente a un poco más de $20,000.