El delantero brasileño del Liverpool, Roberto Firmino, se bautizó el pasado martes en la piscina de su propia casa, asistido por su compañero de equipo y de selección, el portero Alisson Becker, quien lo introdujo al cristianismo evangélico.
La relación entre los dos futbolistas suramericanos va más allá de la cancha, pues comparten mucho tiempo juntos fuera de ella, forjando una gran amistad como lo han demostrado en diversas ocasiones cuando no visten la camisola del club inglés ni la Canarinha.
En la cultura brasileña, la religión tiene un papel muy importante como en la mayoría de países latinoamericanos, tradición de la que no escapan ni los jugadores de élite mundial.
Firmino inmortalizó el emotivo momento con un vídeo, que posteriormente compartió con sus seguidores en Instagram, en el cual se observan muchos invitados presenciando la ceremonia bautismal de la Iglesia Hillsong, una de las más grandes del mundo.
Luego de haber sido sumergido al agua, Firmino se fundió en un abrazo con su esposa Larissa, con quien se casó por el rito católico en 2017, y tanto ella como Alisson no pudieron contener las lágrimas.
«Te di mis fracasos y también te daré mis victorias. ¡Mi mayor título es tu amor, Jesús! Por lo tanto, si alguien está en Cristo, él es una nueva creación. Las cosas viejas han pasado. ¡Han llegado cosas nuevas! Nuevo tiempo», escribió Firmino en Instagram al compartir el vídeo.