El delantero italiano Mario Balotelli fue objeto de gritos racistas y amenazó con abandonar el terreno de juego durante el partido entre el Hellas Verona y el Brescia, este domingo en la Serie A italiana.
El incidente tuvo lugar poco antes del minuto 60 del partido, en el que el Hellas ganó 2-1 al Brescia, cuyo gol fue marcado por el ex delantero del Milan en el minuto 85.
Luego de una acción en el costado izquierdo del campo, Balotelli tomó el balón con las manos y lo lanzó violentamente en dirección a los aficionados veroneses. Furioso, se llevó un dedo a las orejas, indicando que había escuchado algo, y a continuación se dirigió a los límites del terreno de juego y comenzó a caminar detrás del arco, como si quisiera abandonar el terreno de juego.
El jugador fue rodeado por sus compañeros y también por muchos de los jugadores del Hellas Verona, que intentaron calmarlo y detenerlo. El encuentro estuvo interrumpido unos minutos antes de que la voz del estadio dijera por altoparlantes que los jugadores se marcharían a vestuarios en caso de otro incidente del mismo tipo. Ese mensaje fue silbado por una gran parte de los espectadores, pero el partido se reanudó, con Balotelli sobre el césped.
Tras el duelo, el entrenador croata del Hellas Verona, Ivan Juric, declaró: “No tengo miedo a decirlo. Hoy no pasó nada. Ningún grito racista, nada de nada. Únicamente abucheos y provocación a un gran jugador, eso es todo”. Lo cierto es que en la transmisión televisiva no se oyeron los cánticos.
“Los insultos racistas me asquean. A mí me llaman gitano de mierda constantemente, pero hoy no hubo nada. Ni un poco, nadie. Decir lo contrario es una mentira”, sentenció.
El agente de Balotelli, Mino Raiola, sí consideró que su representado fue víctima de racismo. “Estamos con Mario y estamos contra toda forma de racismo. Los racistas son unos ignorantes”, afirmó.
El fenómeno de los gritos de mono es recurrente en los estadios italianos y, desde el inicio de la temporada, el belga del Inter de Milán Romelu Lukaku, el marfileño del AC Milan Franck Kessié, el brasileño de la Fiorentina Dalbert o el inglés de la Sampdoria Ronaldo Vieira ya han sido víctimas.