En la rueda de prensa pospartido, tanto el técnico del Motagua, Diego Vásquez, como el de Alianza, Wilson Gutiérrez, tuvieron elogios para la afición alba que acudió masivamente al estadio Cuscatlán para alentar a su equipo en la pelea por el boleto a la gran final de la Liga Concacaf 2019.
“Hoy vimos un estadio espectacular, felicitar a toda la gente del Alianza por la afición que tiene, porque colmó el estadio, hubo un ambiente muy lindo. Nosotros por el castigo no lo vamos a poder hacer en Honduras y, sí, lógicamente que esto es una desventaja porque el jugador número 12 juega en ese aspecto”, manifestó el entrenador de Motagua, lamentando que por el castigo que tienen los equipos hondureños, la semifinal de vuelta en Honduras se jugará sin afición el próximo jueves, duelo en el que se definirá al finalista.
“Agradecerle a la gente que vino porque realmente ver el estadio así es lindo, jugar así fútbol es diferente a hacerlo en un estadio vacío; agradecerles por el esfuerzo, por acompañar al equipo, ese respaldo se siente y es importantísimo”, acuñó Gutiérrez, comprometiéndose a ir a darle la vuelta a la serie en Honduras, tras permitir un empate en casa de 1-1.
Según el reporte proporcionado por Concacaf, al estadio ingresaron 14,812 aficionados con boleto pagado, poblando casi por completo el sector de sol general que recibió con luces artificiales al “Mimado de la Capital”.
La fiesta se vivió tanto dentro como fuera de la cancha, pues la Barra Brava recibió con comida a la afición del Motagua, como acto de hermandad.
Las barras organizadas de Alianza se han unido a campañas contra la violencia para evitar los acontecimientos recientes suscitados en Honduras, dejando un saldo de cuatro muertos en el clásico entre Motagua y Olimpia en agosto pasado.