Adriano Leite Ribeiro, quien a principios de la década pasada se consagrara como rompe redes en la serie A de Italia en equipos como Parma e Inter, a sus 34 años no es ni la sombra de lo que una vez fue, tanto en su nivel futbolístico como en su estilo y entorno de vida.
Uno de los últimos depredadores de área que ha tenido la selección brasileña, vive ahora en una de las favelas más peligrosas de Rio de Janeiro, en donde según estudios universitarios, la droga y la muerte son parte del pan de cada día.
Su situación es tan extrema, que tiene que pagarle a una pandilla conocida como “Comando Rojo” para sobrevivir en ese entorno hostil.
Adriano tocó fondo, gracias a su vida de excesos que empezó a cultivar en Italia, cuando ganaba hasta 70,000 euros a la semana. Luego de su paso por el equipo “neroazzurri”, empezó a decaer en su nivel de forma y ni aun así dejó de convivir con los vicios.
Esto dio paso a frecuentar a criminales y narcotraficantes, lo que le trajo problemas con la justicia de su país y un fichaje frustrado por un conjunto de segunda división de Francia, unos años atrás.
El brasileño llegó al punto de vivir en una favela, luego de que se frustrara otro fichaje, esta vez por el Miami United de la cuarta división de Estados Unidos.